AGENCIAS / EL TIEMPO
SAN SALVADOR, EL SALVADOR.- Un tribunal civil de El Salvador condenó ayer martes, al expresidente Mauricio Funes por enriquecimiento ilícito, quien además tendrá que regresar el dinero a las arcas del Estado. De acuerdo con la resolución, la Cámara Segunda de lo Civil de San Salvador también condenó a su hijo por el mismo delito, inhabilitó al ex Mandatario para ocupar cargos públicos por los próximos 10 años y absolvió a la ex Primera Dama Vanda Pignato.
El ex Presidente y su hijo Carlos Mauricio Funes Cañas, ambos asilados en Nicaragua, no pudieron justificar el origen de 419 mil 145 dólares que tenían en su poder. Héctor Martínez, fiscal del caso, señaló que la ex Primera Dama fue exonerada tras demostrar que su ex esposo pagó sus cuentas, ya que ella no recibía salario por su trabajo en la Secretaría de Inclusión Social de la Presidencia.
Minutos después de darse a conocer la resolución, Funes reaccionó al fallo en su cuenta de Twitter, en la que rechazó la condena´que calificó de injusta y arbitraria. "No se puede condenar a imputados que no sustrajeron dineros del Estado y que su patrimonio es lícito sólo porque existe una presión de la derecha para hacerlo. Apelaremos esta sentencia", escribió el ex Mandatario salvadoreño.
El juicio contra el ex funcionario, su hijo y su ex esposa fue ordenado por la Corte Suprema de Justicia luego de revelarse un informe de la Sección de Probidad en el que se determinó que el ex Presidente no justificó una parte de sus gastos. Por el momento, la Fiscalía General mantiene abierta una investigación contra por otros cinco delitos que podría haber cometido el ex Mandatario durante su administración entre 2009 y 2014.
Funes, de 58 años y quien llegó al poder postulado por el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, es el primer ex Presidente salvadoreño condenado por enriquecimiento ilícito desde que en 1959 se aprobó la ley que castiga dicho delito. El ex Presidente Francisco Flores (1999-2004) murió en enero de 2016, momento en el que se encontraba bajo arresto domiciliario a la espera de un juicio por el supuesto desvío de 15 millones de dólares en 2001.
Tony Saca, quien gobernó el país de 2004 a 2009, actualmente es procesado por el presunto desvío de al menos 246 millones de dólares y, de acuerdo con las autoridades, 116 millones fueron cobrados en efectivo y remitidos a cuentas particulares de empleados de Casa Presidencial, para luego ser transferidos a cuentas y empresas.