Asesinos de ‘Valdo’ esperan sentencia

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[quote]Madre exige la pena máxima para Néstor y Jesús[/quote]

Después de un largo juicio, Néstor “n” y Jesús “n”, fueron sentenciados por el homicidio calificado, al haber sido cometido con premeditación, alevosía y ventaja, en contra de Yúnior Osvaldo Ramos López; el Tribunal de Justicia determinó la culpabilidad de ambos en el delito.

Una vez que el tribunal declaró culpables a los homicidas de su hijo Yúnior Osvaldo, Aurora López, pidió se otorgue la pena máxima a quienes le arrebataron la vida a su único hijo, aunque dijo eso no es suficiente para reparar el daño moral.

“Qué bueno que los jueces tomaron esa decisión, desde el principio sabíamos que eran culpables, pero en realidad no me quedo satisfecha, pues nada me devolverá a mi hijo”, expresó con dolor la madre de Yúnior.

La afligida mujer estuvo acompañada por familiares durante el juicio, siempre con un rostro de tristeza, incluso al declarar no pudo contener las lágrimas por la ausencia de su único hijo.

Tías y primas del hoy occiso, dijeron estar conformes con el dictamen del tribunal, y esperan que se establezca la mayor pena para Néstor Alejandro y Jesús Gerardo, por haber asesinado de una manera cobarde a su familiar.

“Mataron a una persona noble y muy buena, se aprovecharon de eso y queremos que reciban la pena máxima, ya se hizo justicia gracias a Dios, porque siempre supimos que ellos son los culpables”.

Durante el desarrollo del juicio oral y hasta minutos antes de recibir el dictamen de sentencia, los inculpados se mostraron serenos, y se negaron hablar una vez que el juez les dio el uso de la palabra.

Una vez que se dio lectura a los alegatos por parte de la representación social y la defensa, los integrantes del tribunal, pidieron un receso para emitir el fallo condenatorio, dando la razón a los argumentos y pruebas presentadas por el Ministerio Publico.

Al dar lectura al dictamen, el juez orador, Hiradier Huerta, afirmó que, la corte tomó la decisión de sentenciar a Néstor Alejandro “n” y Jesús Gerardo “n”, al tener la plena convicción de que se demostró el delito de homicidio en agravio de Yúnior Osvaldo el día 24 de agosto del 2016.

Sin embargo, será hasta la próxima semana, cuando los jueces dicten la individualización de la pena a los culpables del delito.

Se dijo que asiste la razón al Ministerio Publico por cada uno de los argumentos justificados, no así para la defensa; siendo claves en este juicio, las declaraciones de los testigos Aurora López madre de la víctima, Karen Selena, novia del hoy occiso, y del testigo presencial del delito, Ángel Ojeda.

Por lo anterior se determinó que ambos son culpables del homicidio, que se cometió en la avenida 1 de enero del Fraccionamiento Monclova, entre la 13:30 y 14:00 horas de la fecha ya señalada, de acuerdo a lo establecido en la declaración del testigo ocular, quien dijo haber visto como estrangulaban a la víctima dentro del vehículo con placas FKF6343.

También fueron reconocidas las declaraciones de la madre de la víctima, quien vio salir a su hijo con un hombre de playera azul, en este caso Néstor Alejandro, quien lo fue a buscar a su domicilio en dos ocasiones, y salió en su carro versa color azul cerca de las 13:15 horas, escoltado por otro vehículo negro donde viajaba Jesús Gerardo.

Mientras que el tribunal, también respaldo el testimonio de Karen Selena, quien ese día esperaba que su novio pasara a su casa por ella, pero al ver que no llegó se comunicó con Aurora López, madre de Yúnior, esta le comentó que se había salido con una persona de apellido Iracheta en su carro, pero una segunda persona los seguía en el vehículo negro.

Todos los medios de prueba, incluyendo ticket de compra, baucher, videos recabados por agentes del ministerio público, fotografías de peritos, además de las declaraciones del médico forense, tuvieron la justificación para dictar la sentencia.

Además se acreditó por parte del tribunal, que el homicidio fue cometido con el mecanismo de premeditación, por privar de la vida al pasivo (victima), la agravante de alevosía porque el ahora occiso no corría riesgo de ser lesionado, al estar en situación de vulnerabilidad de ser atacado por dos personas.

Y finalmente el delito fue con alevosía, al sorprender a la víctima, anulando todo poder de defensa.