AGENCIAS / EL TIEMPO
NUEVA YORK, EU.- Juli Briskman, de 50 años, fue despedida de su trabajo después de que se viralizara la imagen en que extendió su dedo medio a la caravana del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Virginia. El 28 de octubre, Briskman circulaba en su bicicleta por Lowes Island Boulevard cuando se encontró con el convoy presidencial, y tras descubrir que se trataba del Mandatario, quien salía del Trump National Golf Course, mostró el dedo medio, imagen que se viralizó en redes sociales.
"Honestamente, mi sangre comenzó a hervir en ese momento", señaló la mujer este lunes cuando describió el momento en el que se encontró con la caravana de automóviles. "Vi a alguien sosteniendo un periódico; supuse que (Trump) estaba allí", añadió. Briskman explicó que sintió mucho enojo por las acciones de la Administración Trump, como en la reforma de salud y en migración. "Me enojé (...) Levanté mi brazo y comencé a darle la vuelta. Empecé a pensar, 'estás jugando al golf de nuevo cuando hay tantas cosas sucediendo en este momento'", puntualizó.
El momento fue captado por la orda de periodistas que seguía a la caravana de automóviles en la que se desplazaba el Mandatario. Al día siguiente del suceso, y después de que la imagen circulara en internet gracias al impulso de organizaciones críticas del Gobierno, Briskman compartió la foto en dos de sus redes sociales. La mujer que desempeñaba como analista de mercadeo en la empresa Akima L.L.C., encargada de supervisar a los contratistas del Gobierno, informó al departamento de recursos humanos sobre la imagen, por lo que la compañía decidió despedirla por lo que consideraron como contenido obsceno en sus redes sociales.
La empresa argumentó que Briskman había cometido violaciones al código de conducta y que temía que se pudieran ver perjudicadas otras compañías con las que colaboraban. Posteriormente, Briskman informó que la oficina de recursos humanos la alentó a presentar su renuncia, debido a que sería más fácil conseguir trabajo en el futuro, por lo que ella lo hizo, aunque no sin calificar el acto como una "renuncia forzada". "Me sorprendió", dijo. "Porque no veo eso tan obsceno como otro contenido que ves por ahí", finalizó.