VERONICA PRECIADO/ REPORTERA
Su discapacidad visual, no ha sido una limitante para salir adelante, padre de familia ejemplar y entusiasta que lucha a diario por llevar el sustento al hogar, es Joel Romero Cazares Inocencio, quien desde hace 15 años, se dedica a cantar en los restaurantes y camiones del transporte público.
Joel tiene 33 años y padece ceguera desde su nacimiento, pero eso no le ha impedido llevar su vida como cualquier persona, de niño estudio la primaria en la escuela de invidentes, ahí aprendió a leer mediante el sistema braille, pero ya siendo un adolescente, no pudo continuar sus estudios en la secundaria.
La vida para él no ha sido fácil, pero a sus 33 años, es un hombre feliz al lado de su esposa, quien también padece de ceguera, pues siendo apenas una niña, perdió la vista a causa de un fuerte dolor de cabeza (glaucoma), ellos procrearon tres hijos, Joel Oliver de 12 años, Dulce Arisbe de 14 años, y Jorge Alan 10 años.
Por fortuna, esta discapacidad no se hereda, por eso mis hijos no nacieron con este problema, dijo el joven padre de familia, el hombre que con su melodiosa voz se gana el sustento de cada día.
Y justo desde que decidió formar una familia hace 15 años, empezó a cantar en lugares públicos, a diario se le puede ver en las calles de la Zona Centro, caminando con su guitarra y acompañado en ocasiones por su esposa o alguno de sus hijos.
Ayer lo acompañaba su hijo de 12 años de edad, lo llevaba de la mano para guiarlo en el camino, se detuvo en un restaurante ubicado en la esquina de Constitución y de la Fuente, ahí interpretó dos melodías que agradaron a los presentes, pues no dudaron en apoyarlo con una moneda.
“Yo aprendí a tocar guitarra en la Escuela de Invidentes, porque me gusta la música, es a lo que me dedicó a cantar, antes de casarme fui carpintero, eso también lo aprendí en la escuela”
Comentó que su ingreso diario, es entre los 150 y 200 pesos, con eso le alcanza para el diario, la comida y cubrir algunos gastos de la escuela de sus hijos, aunque a veces no es suficiente
“De repente me contratan en los restaurantes, toco dos o tres horas, gracias a Dios saco para lo necesario, he sacado adelante a mis hijos en la secundaria y la primaria, ahí la llevo, mi esposa es ama de casa, siempre está al pendiente de mis niños”.
GOBIERNO Y EMPRESAS LOS DISCRIMINAN
Joel, condenó la actuación de empresarios y de las autoridades estatales, pues aún con su discapacidad, muchos invidentes son capaces de trabajar, y han aprendido algunos oficios, en su caso dijo que aprendió a manejar la computadora.
“Nos hemos juntado grupos de invidentes que somos capaces de trabajar, pero las empresas siempre nos rechazan, dicen que no tienen permitido contratar a gente con ceguera, eso está muy mal, si le dan trabajo a personas con otra discapacidad, no sé qué piensen los empresarios y el Gobierno.
Recalcó que del Gobierno Federal, es del que menos reciben ayuda, y es que cuando le tocó tramitar el Seguro Popular, le pusieron muchas trabas.
“Con lo que saco de la música, he salido adelante, pero yo quiero trabajar en una empresa donde tenga prestaciones y seguridad social sobre todo, aunque parece algo imposible, porque a nosotros los invidentes, somos víctimas de la discriminación”.