AGENCIAS / EL TIEMPO
GUATEMALA.- Decenas de miles de guatemaltecos marcharon ayer en la capital y varios Departamentos, para exigir la renuncia del Presidente Jimmy Morales y los Diputados del Congreso, a los que señalan de atentar contra la lucha anticorrupción en el país centroamericano. Estudiantes, trabajadores y algunos empresarios se unieron en un paro nacional para mostrar su indignación por el intento de Morales de expulsar al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y el intento de los legisladores de suavizar las penas a los delitos de corrupción.
"Estamos hartos de los políticos que se llenan la bolsa y no dejan que lleguen recursos al pueblo, escuelas, caminos; por eso estoy aquí", afirmó Secundino Ajtun, un agricultor de 58 años del departamento Totonicapán. Al finalizar la jornada, los manifestantes izaron una bandera negra de Guatemala en la céntrica Plaza de la Constitución, mientras gritaban consignas.
La marcha es hasta el momento la más concurrida desde que los guatemaltecos salieron a las calles en 2015 para presionar por la salida del ex Presidente Otto Pérez Molina, quien dimitió por las investigaciones de la Fiscalía y la misión anticorrupción de la ONU en el país. Medios locales reportaron concentraciones con cientos de ciudadanos en varios puntos del país, desde Antigua Guatemala hasta el departamento de Cobán, sin incidentes.
En agosto, cuando Morales trató de expulsar al comisionado Iván Velásquez, quien había pedido investigar al mandatario por presunto financiamiento electoral ilegal, hubo algunas manifestaciones dispersas.
Pero, el máximo tribunal del país anuló la decisión y los ánimos en la población se calmaron. Sin embargo, el malestar resurgió la semana pasada, cuando los diputados decidieron proteger al Mandatario de las investigaciones al reformar el Código Penal para beneficiar a los imputados por corrupción, a lo que el Presidente negó cualquier irregularidad.
El Presidente, un comediante de 48 años que llegó al poder por el descontento generado por los casos destapados por la Comisión Especial, anunció ayer en la ONU que pedirá una revisión de la misión, a la que ahora acusa de politizar la justicia y excederse en sus funciones. Aunque el Congreso dio marcha atrás en las decisiones del Mandatario y anunció que se volverá a discutir el antejuicio contra Morales, muchos ciudadanos sienten que los políticos están poniendo en juego la lucha contra la corrupción.