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[quote]Pide a las autoridades actuar contra sus familiares que tiene cautiva sin probar agua ni alimento[/quote]
ERIKA GONZÁLEZ / REPORTERAEJIDO LA CRUZ MUNICIPIO DE FRONTERA.- Angustiada por la salud de su abuelita que se encuentra prisionera de sus sobrinos políticos, su nieta Lesley Santillana Reyes, hizo un llamado a las dependencias, para que acudan y rescaten a la mujer de 84 años de edad, que está a punto de fallecer por agua y alimento.
Esto después de que se diera a conocer la situación en la que se encuentra la señora, Irma Espinoza, quien vive en la calle Lázaro Cárdenas en este ejido, donde su nieta Lesley Santillana Reyes, denunció los malos tratos que el sobrino político le daba a su abuelita.
Heriberto Martínez Sifuentes y Cecilia Mancha, es el matrimonio que vivía en casa de Doña Irma, a quien le pidieron asilo de “mientras”, en lo que ellos construían su casa, pero esto ya hace cuatro años que le pidieron asilo.
Vecinos dijeron que desde las 8 de la mañana, dejaban encerrada hasta las 10 de la noche, y se percataron de esta situación, pues la viejecita se asomaba por una ventana, donde les gritaba a los vecinos que le dieran tantita agua, porque ella tenía sed.
Pues su sobrino y su esposa la dejaban sin comer, y hasta sin agua para beber, ellos decidieron quemar el comedor de Doña Irma, así como algunos de sus muebles, los cuales ella cuidaba con mucho amor.
La tragedia estaba destinada para Doña Irma, pues se casó joven y sólo tuvo un hijo, César Santillana Espinoza, quien decidiera colgarse ahí dentro de la casa de sus padres hace 10 años, y después de cinco años que su hijo se hubiera suicidado, pierde a su esposo.
Quedando al cuidado de su nuera y sus nietas, pero de pronto llegó el sobrino político pidiéndole asilo, sin saber que se convertiría en su peor enemigo, pues la dejaban en pésimas condiciones para que ella enfermara o muriera y así ellos quedarse con la propiedad.
DENUNCIAN LOS HECHOSLesley, como la mayor de las nietas, se percata de la situación que está ocurriendo, por lo que de inmediato da aviso a las autoridades, quienes acudieron a prestar el auxilio a Doña Irma, quienes corroboraron que vivía encerrada y sin comer.
Al ver que no conseguían las llaves, los elementos de Seguridad Pública Municipal, se vieron en la necesidad de romper unas varillas de la puerta principal, para poder entrar a la vivienda y sacar a Doña Irma.
De esta manera, la sacaron del lugar y la aseguraron, y su asombro fue, que lo primero que hizo, fue pedir de comer, pues eran cerca de las diez de la noche, y ella no había comido absolutamente nada en todo el día.
LOS ESTRAGOS DE LA EDAD LA EMPIEZAN A AFECTARDespués de haber perdido a su hijo, así como a su esposo, Doña Irma, sólo dejaba el tiempo correr, pero los estragos de la edad se empezaron a notar, dando señales de alerta a su nieta, quien dijo que ya a su abuelita se le empezaban a olvidar las cosas.
Además de que a últimas fechas ya no coordinaba ni reconocía los lugares en los que se encontraba, o cosas tan simples, como recordar si ya había acudido a hacer sus necesidades fisiológicas.
Su nieta Lesley, dijo que tan sólo espera que le entreguen a su abuelita, pues de nueva cuenta, quedó con su sobrino político, ya que las autoridades no procedieron nada en contra de ellos, y confía que alguna autoridad competente en el caso, actúe sobre esta situación.