Agencias/El Tiempo
Ismael Salas y César Tapia se combinaron para fabricar cuatro carreras, y con esto respaldaron el sólido trabajo monticular de Josh Roenicke, en el triunfo de los Pericos de Puebla por pizarra de 4-1 sobre los Leones de Yucatán, en el primer juego de la serie.
Josh Roenicke y Yoanner Negrín se dedicaron a colgar argollas en las primeras cuatro entradas, y fue hasta la quinta tanda, cuando los Leones lograron raspar la serpentina del abridor emplumado, con un corredor en los senderos, Diego Madero disparó doblete al izquierdo para mandar al plato a Leo Heras, después de esto Roenicke dominó a Ronnier Mustelier y a Juan Francisco, para sacar la entrada.
Pericos no tardó en reaccionar e igualó las hostilidades en el sexto rollo, Alberto Carreón abrió la tanda con sencillo al izquierdo, posteriormente avanzó a la intermedia con toque de sacrificio de Julio Borbón, y logró colocarse a 90 pies de la caja registradora con wild pitch de Negrín, el abridor melenudo parecía salir ileso al ponchar a Endy Chávez, sin embargo Issmael Salas pegó doblete al izquierdo para fabricar la carrera del empate.
Puebla inclinó la balanza a su favor en el octavo inning; Julio Borbón abrió la tanda con toque de bola sorpresivo, ante el picheo de Jesús Barraza, el cuál Yuniesky Betancourt tomó, pero erró su disparo y esto permitió que Borbón llegara hasta la antesala, más adelante Issmael Salas pegó su segundo doblete de la noche para romper el empate y colocar la pizarra 2-1, acto seguido apareció Jesús Arredondo para recibir pasaporte intencional, esto marcó la salida de Barraza del centro del diamante, y su lugar fue tomado por Ronald Belisario, primero logró dominar a Ricky Rodríguez, sin embargo fue castigado con doblete de César Tapia por todo el jardín izquierdo, para fabricar par de carreras.
Leones amenazó en la octava entrada, con par de corredores en los senderos y dos outs, sin embargo Deunte Heath entró a colgar el cero al dejar petrificado en la caja de bateo al emergente Humberto Sosa. El cerrador emplumado también colgó argolla en el noveno rollo, para acreditarse el salvamento.