ESMERALDA BARRERA/REPORTERA
CASTAÑOS, COAH. En serias dificultades económicas se verá el SIMAS con la negativa del consejo de aplicar el 6 por ciento de aumento a la tarifa de agua potable para el sector popular, el aumento de 55 pesos al servicio comercial así como al costo por cambio de tomas, ya que más del 50 por ciento de los ingresos se va al pago de energía y ceprofis.
El Consejo de SIMAS encabezado por el Gerente Lorenzo Sifuentes Mendoza, funcionarios y ciudadanos sesionó el día de ayer, y como uno de los puntos más importantes se solicitó el aumento del 6 por ciento a la tarifa de agua para el sector popular, esto como reflejo de la inflación anual que también será del 6 por ciento.
La contadora de la dependencia Claudia Villarreal, expuso ante los miembros la necesidad de aumentar la tarifa lo que corresponde a la inflación anual como parte del proyecto de ingresos y egresos para el 2018, sin embargo la mayor parte de los consejeros se negaron argumentando que es imposible aumentar el costo por un servicio que la ciudadanía no esta recibiendo.
Por lo que la mayoría se negó al aumento pese a las dificultades económicas que esta situación podría traer a la administración entrante debido a los pocos ingresos que hay y la negativa de la ciudadanía para pagar el servicio que reciben.
Señaló que más del 50 por ciento de los ingresos se van en pagar energía eléctrica y los descuentos que se aplican a pensionados y personas de la tercera edad, y son rubros que no pueden dejar de cubrirse.
El aumento que se consideraba a la tarifa era de 5 a 7 pesos mensuales según el sector, una cantidad que aseguró no era muy grave para los usuarios, pero si necesaria para la dependencia, ya que no va a poder cumplir con los compromisos de trabajo a la ciudadanía si la Presidencia Municipal no le inyecta recursos.
Tras la negativa del aumento al servicio de agua potable, se expuso también dar facultades al Gerente de la dependencia para que aplique el servicio medido en algunos sectores, se empiece por la colonia California y en hogares donde existan albercas y consumos más altos, para garantizar que los usuarios paguen lo que en realidad utilizan.