ERIKA GONZÁLEZ / REPORTERA
Los negocios informales, las pulgas, la fayuca, han sido el coco de los comercios formales en esta temporada del regreso a clases, pues por traer cosas económicas de dudosa calidad, las personas los prefieren a ellos.
“La verdad para nosotros como formales, siempre he defendido que nos cuesta, tenemos gastos y contribuimos con la riqueza del municipio y esas pulgas no contribuyen, solo con 10, 20 o 30 pesos y no se compara con lo que invertimos y gastamos”, dijo Arturo Valdez Pérez, comerciante.
Refirió, que es una competencia desleal y saben de antemano que, la PROFECO, siempre dice que checa precios, pero no van con los informales, recomendó que deberían contemplarlos y enfocarse a esa informalidad y que perjudican en el sentido de que ellos no tienen inversiones ni gastos ni nada y bajo la lupa de las dependencias Federales y no se vale.
“Nos gustaría que la PROFECO, también checaran a los informales, pues ellos dan al precio que quieren, pero no es solo eso nada más, sino también, que es de muy mala calidad la mayoría de los productos que ofrecen”, mencionó.
Aun y cuando dan precios bajos, también manejan productos de mala calidad y las personas acuden y aun así, les regatean y todavía les dicen que allá los dan a tal costo, con el afán de no dejarlos ir y se ven obligados a mejorar precios hasta en un 10 o 15 por ciento, por el gran margen de diferencia.
Por último, Valdez Pérez, dijo que la mayoría del comercio informal, no paga ni agua, ni renta ni luz, por lo que sus ganancias se van directas, y no como las de los comercios ya establecidos.