AGENCIAS / EL TIEMPO
NAIROBI, KENYA.- Las redes sociales, los medios de comunicación, los discursos políticos y los paisajes urbanos de Kenia, lanzaron un mensaje de paz ante las próximas elecciones generales, por el temor a un rebrote de la violencia. Los paralelismos con los comicios de 2007, que derivaron en un enfrentamiento que mató a mil 100 personas y forzaron a 600 mil a dejar sus hogares, son evidentes: dos candidatos de tribus opuestas, uno de ellos, Uhuru Kenyatta, aspirante a la reelección y con acusaciones previas de amaño por parte del opositor, Raila Odinga.
En 2007, Odinga (de la tribu lúo) perdió frente al entonces Presidente Mwai Kibaki (kikuyu), por una pequeña diferencia de votos y se negó a aceptar los resultados. Su rechazo derivó en un enfrentamiento entre tribus por el que el actual Jefe de Estado, Kenyatta, entonces Viceprimer Ministro, fue juzgado en la Corte Penal Internacional.
La causa contra Uhuru se archivó en su fase final por falta de pruebas, aunque muchos en Kenia se rehúsan a olvidar la violencia de entonces.
Durante los dos meses que duró la crisis, los votantes rivales se enfrentaron a muerte con machetes, incendiaron las viviendas de sus vecinos y se persiguieron en comandos armados por las ciudades. Entre los sucesos más trágicos figura el asesinato de 38 personas quemadas vivas en una iglesia de Eldoret cuando buscaban refugio.
"Usa tu cerebro para votar, no tu afiliación tribal", pidió Kayeli, uno de los miles usuarios kenianos de Twitter que claman en contra de la violencia. "Todo lo que queremos es paz. Por una Kenia sin tribus", señalan varios ciudadanos. En varias ciudades se observan mensajes a favor de unas elecciones pacíficas.
"Zona de paz", advierte un grafiti en el centro de Nairobi, que previo a los comicios luce como una ciudad deshabitada. "¡Vamos Kenia, puedes hacerlo!", se lee en una pintura en la puerta de un matatu, las furgonetas de transporte público que transitan entre calles vacías con la vana esperanza de encontrar pasajeros.
Uno de los pocos vehículos que circulaban era de la flota de la Comisión Electoral. Su carrocería muestra una foto de los dos rivales políticos acompañada del lema "Una Kenia, una nación, un pueblo, una tribu. Paz". Las llamadas de unidad se repiten constantemente en las principales cadenas televisivas del país en cada pausa.
Desde la política, sin embargo, el mensaje es contradictorio, se adapta al momento y al escenario. Kenyatta, quien apela siempre al diálogo entre conciudadanos no quiso debatir públicamente con su máximo oponente, ya que señaló que no tenía nada que hablar con él y que sería una pérdida de tiempo.
Odinga, por su parte, acusó públicamente al Presidente de haber orquestado una trama con altos mandos del Ejército para amañar las elecciones. Al final, todos los discursos de tensión cambiaron drásticamente en el final de campaña.
"Vota por quien quieras, pero al volver a casa invita a tus vecinos a una comida. Asegúrate de que tu relación con ellos sigue siendo la misma, sin importar de dónde vengan ni a quien han apoyado. Después del martes, Kenia permanecerá.
Seamos pacíficos", señaló Uhuru en su último discurso. Ninguno de los candidatos quiso firmar un tratado de aceptación de los resultados propuesto por la comunidad internacional.