AGENCIAS / EL TIEMPO
HAMBURGO, ALE.- Miles de manifestantes fueron bloqueados con gases lacrimógenos y cañones de agua por la Policía, en su marcha por las calles de Hamburgo, para protestar en contra de la cumbre del G20, que se realiza en esa ciudad alemana.
La Policía informó en Twitter, que frenó temporalmente la manifestación "Welcome to hell" ("Bienvenidos al infierno"), pues al menos, mil de los manifestantes portaban máscaras y gritaban consignas contra las Fuerzas de Seguridad.
Las autoridades agregaron que trabajaban en el arresto de los enmascarados. La actividad convocada en el Distrito de St. Pauli, un bastión de larga data de la izquierda alemana, está por el momento parada.
La Policía calcula que unos 10 mil manifestantes participarán en las protestas de ayer, por lo que tomó medidas para reforzar la seguridad. Con las protestas y la seguridad aumentada, el tráfico de la ciudad también está paralizado. Unos 20 mil policías a pie, a caballo, en motos y en helicóptero, tomaron esta bella ciudad hanseática y cortaron el tráfico en torno al centro de convenciones de la cumbre y en las cercanías de los hoteles en los que se alojan los Mandatarios.
Sólo en bicicleta, es posible circular por la ciudad acordonada y cuyas calles se han quedado medio desiertas. Los habitantes que pudieron, tomaron vacaciones y huyeron de una cumbre que anticipa histórica.
"Este es un desafío sin precedentes", aseguró Andy Grote, Ministro del Interior del Gobierno Regional de Hamburgo. "La Policía está lista. Tenemos bastante experiencia con activistas militantes", añadió. Los 1.7 millones de residentes de Hamburgo, fueron en gran medida desalojados del centro por legiones de policías blindados.
Para los días precedentes a la cumbre y hasta su final, el sábado, se prevén en total unas 30 manifestaciones de diversa índole, en contra de los Mandatarios que representan el 80 por ciento de la riqueza del planeta y tres cuartos del comercio mundial, entre ellas las de signo radical.
Algunos negocios cerraron sus puertos y unos cuantos más intentaron protegerse colgando carteles anti-G20 en sus ventanales, con la esperanza de que no sean atacados en caso de disturbios.
Según el Ministro del Interior Federal alemán, Thomas Maiziere, se estima que el número de manifestantes dispuesto a usar la violencia ronda los 8 mil manifestantes izquierdistas, quienes tratan de alterar el discurrir de la cumbre con los líderes de veinte principales potencias y economías emergentes.