AGENCIAS / EL TIEMPO
NUEVA YORK, EU.- El éxito del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en materia de intercambio siderúrgico obliga a un trabajo conjunto de México, Canadá y Estados Unidos para impedir que el comercio desleal afecte a una industria que es fundamental para el desarrollo soberano de los tres países, afirmó Alonso Ancira Elizondo, Presidente de Altos Hornos de México (AHMSA).
Durante el Congreso Estrategias de Supervivencia del Acero que se llevó a cabo en Nueva York, y el cual fue organizado por American Metal Market y World Steel Dynamics, se otorgó a Alonso Ancira el reconocimiento Willy Korf / Ken Iverson Steel Vision Award, por su trayectoria de 25 años al frente de AHMSA y por sus aportes desde esa posición a la industria siderúrgica mundial.
Al recibir el premio, el Presidente de AHMSA, se refirió a la renegociación del TLCAN y a las acciones que el Gobierno del Presidente Donald Trump, prepara para defender a su industria siderúrgica y afirmó que en el caso del acero, el acuerdo trinacional ha sido particularmente exitoso.
Lo anterior, dijo Ancira, "al acrecentar el intercambio en un marco de complementariedad, lo que obliga a un trabajo conjunto, con acciones similares, para evitar que ese éxito se vea vulnerado".
Precisó que actualmente, por ejemplo, Estados Unidos, tiene una ventaja de un millón de toneladas anuales en el comercio de acero con México, y existen aún importantes nichos de mercado para el crecimiento del sector en la región, principalmente en la industria automotriz y de la energía. Reseñó asimismo el conjunto de cambios que hicieron posible llevar a AHMSA, desde una situación de obsolescencia a ser la principal siderúrgica mexicana.
"En 1992, al tomar la propiedad de la empresa, más de 18 mil trabajadores en las plantas producían 2.5 millones de toneladas anuales de acero líquido, y hoy 6 mil 500 trabajadores generan 6 millones de toneladas anuales de materiales de alta calidad, lo que da una medida del cambio realizado", expresó.
Señaló que a partir de la primera modernización integral, que culminó en 1995 y tuvo como ingrediente central la tecnologización y llevar al personal hacia una mentalidad proactiva, se estableció un esfuerzo constante por incorporar los avances de la industria. "Actualmente trabajamos para disminuir la fabricación de aceros comerciales y llegar a un 60 por ciento de producción de materiales especializados", destacó.