Agencias/El Tiempo
Como buen anfitrión, Rusia dispuso todo en su casa para una celebración que se antoja larga, que dure por lo menos un año, hasta que en 2018 clausure su Mundial. La “Madre Patria” inició incluso en solitario su fiesta, vodka de más o de menos, pero el festejo está en marcha.
Rusia venció este sábado por 2-0 a Nueva Zelanda en lo que fue el partido inaugural de la Copa FIFA Confederaciones 2017, el preámbulo perfecto, la cuenta regresiva más importante de cara al Mundial el próximo año: la armada europea no defraudó y embriagó de felicidad a su afición en el Estadio de San Petersburgo.
Así como Marcelo inauguraba la anterior Copa del Mundo en Brasil con autogol, la Confederaciones tuvo un inicio similar: un gol en propia puerta de Michael Boxall desató la primera celebración de esta justa, un primer gol anotado por un país y celebrado por otro a los 31′.
Ya en el segundo tiempo, a los 69′ Fedor Smolov concluyó una buena acción de la armada europea, que también tuvo una ayuda inaudita del propio Boxall, incapaz de despejar un balón al alcance y que acabó en los pies del atacante local y, posteriormente, en las redes.
Que el encuentro estuvo carente de emociones es una frase tan real y contundente como decir que Siberia es uno de los lugares más inhóspitos sobre la tierra. Los dirigidos por Stanislav Cherchesov, quienes no solamente son los anfitriones sino que también encararon el primer partido de esta competición en su historia, se vieron muy agresivos desde los primeros minutos frente a unos oceánicos más experimentados en Copa Confederaciones, pero con el ambiente (tristemente la calidad) como sus máximos enemigos.
Balones parados o tiros de media distancia, los “Osos” insistieron en todo el primer tiempo para abrir el marcador, pero el portero Marinovic impedía anotaciones europeas como a los 26′ con un tiro de Georgii Dzhikiya que el guardameta atajaba con las uñas, o ya en el segundo tiempo con cabezazo y tiro colocado de Poloz a los 48′ y 53′ respectivamente.
Fiel a su tradición, el equipo dirigido por Anthony Patrick Hudson la pasó muy mal en casi todo el compromiso. Los “All Whites” solamente tuvieron ligeros momentos de gloria cuando Rusia bajaba el ritmo, pero ni Barbarouses ni Rojas, dos de sus hombres más lúcidos, tuvieron la oportunidad de tomar con tranquilidad el balón.
Nueva Zelanda se estanca antes de enfrentar a México y Rusia alista la armada que quiere conquistar al planeta desde su propia casa; la “Madre Patria” está ya de fiesta y no quiere que Portugal la arruine, cuando las “Quinas” desafíen en su propio jardín a los rusos el próximo miércoles.