— Agencias 22/12/2025
La administración Trump detuvo cinco proyectos de energía eólica marina tras advertencias del Pentágono sobre riesgos a la seguridad nacional.
La administración del presidente Donald Trump anunció este lunes la pausa inmediata de los arrendamientos para cinco proyectos de energía eólica marina a lo largo de la Costa Este de Estados Unidos, alegando riesgos para la seguridad nacional identificados por el Departamento de Defensa. La medida, que afecta proyectos en construcción en estados como Massachusetts, Nueva York y Virginia, ocurre dos semanas después de que un juez federal anulara una orden ejecutiva previa de Trump que intentaba bloquear este tipo de desarrollos.
El secretario del Interior, Doug Burgum, declaró que la pausa permitirá a su departamento trabajar con el Pentágono y otras agencias para evaluar y mitigar posibles riesgos. "El deber principal del gobierno de Estados Unidos es proteger al pueblo estadounidense", afirmó Burgum, citando "vulnerabilidades creadas por los proyectos eólicos marinos a gran escala" cerca de centros poblados. Sin embargo, el comunicado oficial no detalló específicamente los riesgos mencionados. El Departamento del Interior señaló que informes gubernamentales previos han identificado que las turbinas generan interferencias de radar ("clutter") que pueden oscurecer objetivos legítimos o crear blancos falsos.
Proyectos afectados y contexto legal inmediato
Los proyectos paralizados incluyen Vineyard Wind (Massachusetts), Revolution Wind (Rhode Island/Connecticut), Coastal Virginia Offshore Wind, y los desarrollos Sunrise Wind y Empire Wind en Nueva York. La medida se produce apenas dos semanas después de que la jueza federal Patti Saris anulara una orden ejecutiva de Trump del 20 de enero que bloqueaba estos mismos proyectos, calificándola de "arbitraria y caprichosa" y contraria a la ley. Una coalición de 17 fiscales generales estatales había impugnado esa orden inicial.
Críticas de la industria y expertos en seguridad
Defensores de la energía renovable y algunos expertos rechazaron los argumentos de seguridad. Kirk Lippold, excomandante del USS Cole y experto en seguridad nacional, destacó que los proyectos "recibieron permisos tras años de revisión" por agencias como la Guardia Costera, la Fuerza Aérea y el Centro de Guerra Submarina Naval, y que el Pentágono fue consultado en cada etapa. Grupos ambientalistas como el Fondo de Defensa Ambiental y la Conservation Law Foundation acusaron a la administración de "sabotear ilegalmente" una fuente de energía clave y de "pisotear el Estado de derecho".
Enfoque energético de la administración Trump
La decisión refleja la hostilidad constante de la administración Trump hacia las energías renovables, en línea con su apoyo prioritario a los combustibles fósiles. Críticos señalan que, al tiempo que se obstaculiza la eólica marina, se subsidia a plantas de carbón envejecidas. La pausa podría retrasar significativamente el avance de la transición energética en la costa este y afectar inversiones y empleos en el sector.
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