— Redacción El Tiempo 21/12/2025
Investigaciones recientes han puesto en evidencia una situación preocupante en la salud de los adultos mayores en México: el 43.6 % presenta sobrepeso, mientras que el 16.1 % padece desnutrición.
Estos datos reflejan una problemática seria que exige mejorar de manera urgente los estilos de vida en este grupo poblacional, especialmente en un escenario donde el envejecimiento de la población avanza de forma acelerada a nivel mundial.
Factores como la inactividad física, la depresión, el estrés, los accidentes y las limitaciones de movilidad están estrechamente relacionados tanto con el exceso de peso como con la desnutrición. No obstante, esta situación no es exclusiva del país. A nivel global, muchas personas mayores ven deteriorada su calidad de vida debido a una alimentación inadecuada y hábitos poco saludables, lo que incrementa el riesgo de alteraciones nutricionales y otras complicaciones de salud.
Proyecciones de la Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. Esta población pasará de mil millones en 2020 a aproximadamente mil cuatrocientos millones en solo diez años. Ante este panorama, el reto no consiste únicamente en aumentar la esperanza de vida, sino en asegurar un envejecimiento saludable, enfocado en conservar las capacidades funcionales que permiten el bienestar y la participación activa en el entorno.
Datos analizados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) señalan que el consumo elevado de carne roja, alimentos ricos en grasas, azúcares y sal, así como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, favorecen un envejecimiento acelerado y con mayores riesgos para la salud.
En este contexto, el Dr. Julio Maset, en un artículo publicado por Cinfa, subraya que el objetivo no debe ser únicamente vivir más tiempo, sino hacerlo con buena calidad de vida y manteniendo una participación activa en los ámbitos social y familiar. Esto resalta que la salud va más allá de la longevidad y debe entenderse como un bienestar integral.
Importancia de una alimentación saludable
De acuerdo con el National Institute on Aging de Estados Unidos, elegir alimentos nutritivos es fundamental para prevenir problemas de salud durante el envejecimiento, además de contribuir a una mejor función cerebral y un estado general más favorable.
Entre los modelos alimentarios más recomendados destaca la dieta mediterránea, que promueve el consumo de verduras, frutas frescas, cereales integrales, pescado y grasas saludables. Este tipo de alimentación ha demostrado beneficios significativos para la salud cardiovascular y puede disminuir el riesgo de muerte súbita por enfermedades del corazón.
Hábitos clave para un envejecimiento sano
Especialistas en salud coinciden en que adoptar hábitos positivos es esencial para lograr una vejez plena: realizar actividad física de forma regular, mantener una dieta equilibrada, dormir adecuadamente, cuidar la salud mental, acudir a revisiones médicas periódicas y conservar vínculos sociales sólidos.
En conclusión, un envejecimiento saludable es el resultado de una combinación de buena alimentación, ejercicio constante y un estilo de vida que priorice el bienestar físico y emocional. Tomar conciencia de estos factores puede marcar la diferencia para alcanzar una vejez activa, digna y satisfactoria.
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