— Agencias 20/12/2025
En un dramático duelo divisional de la Semana 16 de la NFL, los Chicago Bears protagonizaron una remontada memorable para vencer 22-16 a los Green Bay Packers en tiempo extra, en un juego marcado por la tensión, la paciencia ofensiva y un cierre electrizante en el Soldier Field.
Dominio discreto de Green Bay
Durante la primera mitad, los Packers parecían tener el control del partido, aunque sin lograr reflejarlo con touchdowns. Brandon McManus fue el protagonista al convertir dos goles de campo —de 26 y 22 yardas— tras largas series ofensivas de 14 y 16 jugadas, lo que permitió a Green Bay irse al descanso con ventaja de 6-0, pese a su incapacidad para capitalizar en la zona roja.
Chicago responde tras el descanso
En el tercer cuarto, los Bears lograron romper el cero con un gol de campo de 46 yardas de Cairo Santos, acercándose 6-3. Sin embargo, Green Bay respondió de inmediato: Malik Willis conectó un pase de 33 yardas a Romeo Doubs para el primer touchdown del encuentro, ampliando la ventaja a 13-3 y devolviendo la calma momentánea a los visitantes.
Un cierre no apto para cardíacos
El último cuarto fue escenario de una reacción inesperada. Chicago volvió a sumar con otro gol de campo largo de Santos, esta vez de 51 yardas, aunque McManus respondió con un tercer acierto para colocar el marcador 16-6 a favor de los Packers. Lejos de rendirse, los Bears ajustaron su ofensiva y recortaron distancias con un gol de campo de 43 yardas a menos de dos minutos del final.
Empate agónico y explosión ofensiva
Cuando el reloj parecía sentenciar el encuentro, Caleb Williams encabezó una serie decisiva que culminó con un pase de touchdown de 6 yardas a Jahdae Walker a solo 24 segundos del final, empatando el partido 16-16 y forzando el tiempo extra ante la incredulidad de Green Bay.
Golpe final en tiempo extra
Ya en el periodo adicional, los Bears no dieron margen de error. Williams volvió a ser clave al encontrar a DJ Moore con un pase de 46 yardas para touchdown, sellando la remontada con apenas cuatro jugadas y desatando la euforia de la afición local.
Con esta victoria, Chicago corta una racha adversa ante su acérrimo rival y gana confianza en el cierre de la temporada, mientras que Green Bay deja escapar un triunfo que parecía seguro, pagando caro su falta de contundencia ofensiva.
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