— Daniela Cordova 18/12/2025
Autoridades alertan sobre vulneración de derechos infantiles por menores trabajando en calles y cruceros concurridos.
La presencia de niños malabaristas en la zona centro de Monclova y en bulevares altamente transitados se ha convertido en una problemática social compleja, reconoció Martha Herrera, titular de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (PRONNIF), quien hizo un llamado directo a la ciudadanía para no darles dinero, pues esto incentiva la práctica. La funcionaria explicó que la situación es visible principalmente en calles como Carranza, frente a la Presidencia Municipal, así como en los bulevares Pape, Madero y Juárez, donde diariamente se observa a menores realizando malabares para obtener ingresos, exponiéndose a riesgos constantes.
Herrera detalló que, al intentar realizar acercamientos con estas familias, el trabajo se dificulta debido a que no cuentan con un domicilio estable. En muchos casos, al notar la presencia de las autoridades, cambian de rumbo o se retiran, lo que impide una investigación profunda sobre su situación. Señaló que la mayoría de estas familias son de origen indígena, provenientes principalmente de Chiapas y Oaxaca, y que llegan a la región de manera temporal. Durante esta época del año, explican, existe mayor flujo económico, lo que los motiva a desplazarse y trabajar en las calles.
Usos y costumbres no justifican riesgos
Aunque reconoció que se trata de prácticas ligadas a usos y costumbres de algunas comunidades, la titular de la Procuraduría fue clara al señalar que esto no justifica la vulneración de los derechos de niñas, niños y adolescentes. En Coahuila, subrayó, estas prácticas no son correctas cuando implican poner en riesgo la integridad de los menores.
Indicó que el personal de la dependencia busca sensibilizar a las familias sobre las consecuencias de exponer a los niños a peligros viales y a jornadas laborales inapropiadas, aun cuando se trate de tradiciones culturales.
Llamado directo a la ciudadanía
Uno de los puntos centrales del mensaje de Martha Herrera fue la corresponsabilidad social. Afirmó que dar dinero en los cruceros es el principal incentivo para que estas familias continúen con la práctica y regresen cada temporada decembrina.
Por ello, exhortó a la población a no colaborar con esta dinámica, ya que, aunque el gesto parezca solidario, termina perpetuando una situación perjudicial para los menores. “Si seguimos incentivando estas prácticas, van a seguir ocurriendo”, advirtió.
Protección de la infancia como prioridad
Finalmente, la funcionaria reiteró que el trabajo infantil en la vía pública representa una afectación directa a los derechos de niñas, niños y adolescentes, por lo que insistió en la necesidad de crear conciencia colectiva. Proteger a la infancia, concluyó, es una responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanía.
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