— Redacción El Tiempo 17/12/2025
El síndrome de Asperger, actualmente integrado dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), se distingue por una serie de particularidades en la forma de relacionarse, comunicarse y comportarse.
Identificar estas características es clave para favorecer una mejor comprensión y brindar el apoyo adecuado. A continuación, se describen nueve señales frecuentes que pueden sugerir la presencia de este trastorno.
Dificultades en la interacción social
1. Las personas con Asperger suelen tener complicaciones para iniciar o sostener conversaciones, comprender el sarcasmo, los chistes o los dobles sentidos. En ocasiones pueden parecer poco empáticas o distantes, aunque en realidad no lo sean. Esto puede generar malentendidos sociales y una tendencia a preferir estar solas.
Intereses limitados y muy intensos
2. Es habitual que desarrollen una fascinación profunda por uno o dos temas específicos, a los que dedican gran parte de su tiempo y atención. Estos intereses pueden desplazar otras áreas de la vida y, en algunos casos, resultar poco comunes o muy especializados, como horarios ferroviarios o datos enciclopédicos.
Conductas repetitivas
3. Pueden presentar movimientos repetitivos, como balancearse o mover las manos, así como una marcada necesidad de seguir rutinas o rituales. Cuando estos se alteran, pueden experimentar ansiedad intensa. Estas conductas suelen funcionar como mecanismos de autorregulación o manejo del estrés.
Dificultades en la comunicación no verbal
4. Les resulta complicado interpretar o expresar adecuadamente gestos, expresiones faciales, posturas corporales y modulaciones del tono de voz. Su contacto visual puede ser inusual y su lenguaje corporal limitado, lo que interfiere en una comunicación fluida.
Sensibilidad sensorial diferente
5. Pueden reaccionar de forma exagerada o muy reducida ante estímulos sensoriales como sonidos, luces, texturas o sabores. Por ejemplo, un ruido leve puede resultar intolerable, o pueden no percibir cambios extremos de temperatura, lo que influye en su bienestar cotidiano.
Apego rígido a las rutinas
6. La previsibilidad es fundamental para ellos. Cambios inesperados en su rutina diaria pueden provocarles un alto nivel de estrés y dificultades para adaptarse, manifestándose en ansiedad, irritabilidad o crisis emocionales.
Uso de un lenguaje formal o excesivamente técnico
7. Su forma de expresarse puede ser muy correcta, precisa o incluso demasiado formal para su edad, con un vocabulario amplio. Sin embargo, suelen tener problemas para comprender expresiones coloquiales, metáforas o significados implícitos.
Dificultad para comprender normas sociales no explícitas
8. Les cuesta identificar las reglas sociales que no se dicen abiertamente, como respetar turnos al hablar, mantener una distancia adecuada o reaccionar de manera esperada en distintos contextos, lo que puede derivar en situaciones incómodas.
Torpeza o falta de coordinación motora
9. Algunas personas con Asperger presentan dificultades en la coordinación motora fina o gruesa, lo que puede afectar actividades como escribir, abotonarse la ropa o practicar deportes. No obstante, esta característica no se presenta en todos los casos.
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