— Redacción El Tiempo 16/12/2025
Un fuerte empuje en los últimos once minutos permitió al Valencia Basket corregir dos despistes que amenazaban con costarle el partido y doblegar a un Olympiacos que brilló por momentos, aunque fue irregular.
Con este triunfo, el conjunto taronja sumó su quinta victoria consecutiva en la Euroliga, se afianzó en la segunda posición de la tabla y silenció el siempre intenso ambiente del pabellón de la Paz y la Amistad en Atenas.
El equipo dirigido por Pedro Martínez igualó así la mejor racha europea de su historia y alcanzó su undécima victoria en la competición. La confianza acumulada en las últimas semanas, la insistencia en mantener su estilo de juego y la sobresaliente actuación de Nate Reuvers fueron determinantes, pese a un bajón de acierto en el segundo cuarto y de concentración en el tercero.
Un Valencia muy efectivo El Valencia arrancó con fluidez ofensiva y gran precisión, anotando 15 puntos en apenas cuatro minutos. Sin embargo, lejos de abrir brecha, el Olympiacos respondió con la misma intensidad y mantuvo el pulso (16-15, min. 5). Los hombres altos marcaron el ritmo en ambos bandos: Vezenkov y Milutinov por los locales; Pradilla y Reuvers por los visitantes.
Convencido de ese plan de juego, el Valencia insistió, pero perdió acierto exterior y no logró despegarse. La calidad individual y los triples de Tyler Dorsey y Aleks Peters castigaron a los taronja (37-27, min. 14), aunque el equipo no se salió de su guion. Gracias a su paciencia y a los triples de Matt Costello y Jean Montero, logró igualar la situación y marcharse al descanso con ventaja mínima (47-49).
Tras el paso por vestuarios, el Olympiacos regresó más claro de ideas y firmó un parcial de 9-0 liderado por Thomas Walkup que obligó a Pedro Martínez a parar el partido. Aunque el Valencia rompió el parcial, no logró frenar la dinámica y llegó a verse 13 puntos abajo, además de sufrir en el rebote defensivo ante Milutinov (73-60, min. 29).
Reuvers y Costello sostienen al equipo Dos triples de Reuvers y Costello mantuvieron con vida al Valencia en su peor momento. Poco a poco, el equipo fue recuperando sensaciones y afrontó el último cuarto nueve puntos por detrás, pero con varios jugadores ya metidos en el partido, como Josep Puerto y Jaime Pradilla.
Con el equipo de nuevo conectado, Pedro Martínez protestó una clara palmada al tablero no señalada y firmó el acta bajo protesta para presionar a los árbitros. La reacción fue inmediata: nuevos triples de los interiores y de Darius Thompson devolvieron la ventaja al Valencia (82-83, min. 34).
El parcial afectó anímicamente al Olympiacos, que ya venía de perder en una situación similar. Montero detectó las dudas del rival y, junto a Reuvers, lideró un demoledor 0-15 que puso al Valencia ocho arriba a falta de cuatro minutos. El pobre 1 de 9 de Fournier desde el triple lastró a los griegos.
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