9 motivos inesperados por los que tu panza truena

— Redacción El Tiempo 15/12/2025

¿Alguna vez te has preguntado a qué se deben esos ruidos curiosos que provienen de tu abdomen? No siempre están relacionados con el hambre. 

Conoce 9 razones poco evidentes detrás de los borborigmos: sonidos normales del aparato digestivo que pueden ir desde una simple señal de que necesitas comer hasta manifestaciones de procesos más complejos.

Hambre: la señal más conocida Es la causa más frecuente. Cuando pasas varias horas sin comer, el cerebro activa contracciones en el sistema digestivo. Al combinarse estos movimientos con los jugos gástricos y el aire, se generan los sonidos que anuncian que el estómago está vacío.

Digestión en marcha: movimiento de los alimentos Incluso después de comer, es normal que el abdomen haga ruido. Esto ocurre porque los músculos del intestino delgado y grueso se contraen para desplazar alimentos, líquidos y gases. Este movimiento, llamado peristalsis, es clave para absorber nutrientes y eliminar desechos.

Acumulación de gases: aire en el intestino El exceso de gas es otra causa habitual. Puede producirse al tragar aire al comer o beber con rapidez, o por la fermentación de ciertos alimentos por las bacterias intestinales. Cuando estos gases se desplazan, generan sonidos perceptibles.

Estómago sin contenido: contracciones más audibles Cuando el estómago está vacío, realiza contracciones para limpiar restos de alimentos o bacterias. Al no haber comida que amortigüe el sonido, el aire y los líquidos internos resuenan con mayor intensidad.

Intolerancias alimentarias: dificultad para digerir Si el organismo no tolera bien sustancias como la lactosa o el gluten, puede aumentar la producción de gases y líquidos en el intestino. Esto provoca ruidos más intensos y suele acompañarse de distensión abdominal o malestar.

Estrés y ansiedad: impacto del cerebro en el intestino La conexión entre el sistema nervioso y el intestino es muy estrecha. El estrés y la ansiedad pueden alterar la forma en que se mueven los músculos digestivos, acelerando o ralentizando el tránsito y favoreciendo la aparición de ruidos.

Síndrome de intestino irritable: un problema persistente En algunas personas, los ruidos frecuentes junto con dolor abdominal, inflamación y cambios en las evacuaciones pueden indicar síndrome de intestino irritable. Se trata de un trastorno crónico del intestino grueso asociado a alteraciones en la motilidad.

Comer o beber con rapidez: más aire del necesario Ingerir alimentos o líquidos muy rápido, hablar mientras comes o masticar chicle facilita la entrada de aire al sistema digestivo. Ese aire extra se desplaza por los intestinos y produce sonidos audibles.

Alimentos y bebidas específicos: generadores de gas Ciertos productos favorecen la producción de gases, como las legumbres, el brócoli, la coliflor, la cebolla, las bebidas con gas y los edulcorantes artificiales. Al fermentar en el intestino, aumentan los borborigmos.

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