— Héctor Esparza 15/12/2025
Dos adolescentes de 15 y 13 años recibieron una segunda oportunidad de vida luego de ser sometidos a exitosos trasplantes renales pediátricos en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 71 del IMSS, en Torreón. Los órganos fueron donados por una familia de Tabasco y trasladados hasta Coahuila en un operativo médico que involucró a especialistas de distintas áreas y una compleja logística aérea.
Los pacientes, Nayle, originaria de Torreón, y Manuel, de Durango, padecían enfermedades renales que habían limitado de forma severa su vida cotidiana. Ambos recibieron los riñones de un mismo donador y las cirugías se realizaron durante la madrugada, pocas horas después de la procuración de los órganos en Tabasco.
Para lograrlo, un equipo médico de Torreón se trasladó en ambulancia aérea hasta el sureste del país para la obtención de los riñones y regresó el mismo día para iniciar los procedimientos quirúrgicos. Los órganos fueron resguardados con técnicas especializadas para asegurar su viabilidad hasta el momento del trasplante.
El cirujano trasplantólogo René Soto Quirino explicó que, al tratarse de pacientes pediátricos, la cirugía implicó un mayor grado de dificultad debido al tamaño reducido de los vasos sanguíneos y estructuras anatómicas. Cada intervención tuvo una duración aproximada de dos a dos horas y media.
En el caso de Nayle, el trasplante representó una nueva oportunidad luego de haber perdido un injerto previo en 2023 a causa de una glomerulonefritis crónica. Su madre, Maribel, recordó que antes de la cirugía su hija vivía con dolor constante y limitaciones severas para asistir a la escuela o realizar actividades físicas.
Manuel, diagnosticado con síndrome nefrótico, también enfrentaba un deterioro progresivo. Su madre, Nancy, relató que el cansancio y el dolor le impedían incluso asistir a clases. Tras la cirugía, agradeció a la familia donadora por permitir que su hijo tuviera una nueva oportunidad.
Especialistas señalaron que la evolución de ambos pacientes es favorable y que los días posteriores a la cirugía son clave para vigilar la función renal. Coincidieron en la necesidad de fortalecer la cultura de la donación de órganos, especialmente ante el crecimiento de la enfermedad renal crónica en el país.
Los riñones fueron donados por una familia de Tabasco que, tras perder a un ser querido en un accidente vial, decidió transformar su pérdida en esperanza para otros. Un gesto que hoy permite que dos adolescentes comiencen una nueva etapa de vida.
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