— Redacción El Tiempo 13/12/2025
El llamado Síndrome del Corazón Festivo (SCF) es un trastorno del ritmo cardíaco transitorio, generalmente en forma de fibrilación auricular, que tiende a presentarse con mayor frecuencia durante las celebraciones de fin de año y otras festividades.
Su aparición se relaciona sobre todo con la ingesta excesiva de alcohol, aunque también influyen factores como el estrés, la falta de descanso y las modificaciones en los hábitos alimentarios. Los síntomas más habituales incluyen palpitaciones, mareo y sensación de falta de aire, y pueden afectar incluso a personas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.
Durante las fiestas, el riesgo aumenta notablemente cuando se consume alcohol en grandes cantidades, especialmente en reuniones sociales. Aunque en la mayoría de los casos el SCF es leve y se resuelve por sí solo una vez que el organismo elimina el alcohol, su aparición puede causar alarma y, en determinadas situaciones, requerir valoración médica. Conocer sus desencadenantes es clave para celebrar de forma más segura y cuidar el corazón.
¿En qué consiste el Síndrome del Corazón Festivo?
El SCF se manifiesta mediante episodios de fibrilación auricular, una arritmia en la que las aurículas laten de manera rápida e irregular, alterando el flujo sanguíneo normal y provocando los síntomas característicos.
El alcohol juega un papel central porque interfiere con el sistema eléctrico del corazón, modificando la transmisión de los impulsos que regulan el ritmo cardíaco. A esto se suman la deshidratación y los desequilibrios de electrolitos que puede generar su consumo, aumentando la probabilidad de arritmias.
Las festividades, especialmente las navideñas, reúnen varios factores de riesgo: mayor consumo de alcohol, comidas abundantes ricas en sodio, azúcares y grasas, menos actividad física, horarios de sueño irregulares y niveles elevados de estrés. Esta combinación puede sobrecargar el sistema cardiovascular, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas. Por ello, moderar el consumo de alcohol es la estrategia preventiva más eficaz.
Cómo prevenir y manejar la arritmia festiva
La prevención se basa principalmente en la moderación. Reducir la cantidad de alcohol, alternar bebidas alcohólicas con agua para evitar la deshidratación y no excederse en su consumo son medidas fundamentales.
También es recomendable mantener una alimentación equilibrada, priorizando frutas y verduras, limitar los alimentos ultraprocesados y altos en sodio, dormir lo suficiente y manejar el estrés. Estos hábitos ayudan a proteger la salud cardiovascular durante las celebraciones.
Ante la presencia de palpitaciones intensas o irregulares, mareos o dificultad para respirar, se debe acudir a un profesional de la salud. Aunque la mayoría de los episodios de SCF desaparecen de manera espontánea, una evaluación médica permite descartar otras causas y ofrecer tratamiento si es necesario. La información y la adopción de hábitos saludables son claves para disfrutar de las fiestas sin poner en riesgo el bienestar del corazón.
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