— Redacción El Tiempo 13/12/2025
Los fumadores que alternan entre cigarrillos tradicionales y dispositivos de vapeo podrían no estar expuestos a un daño tan alto como se pensaba, de acuerdo con una investigación reciente.
El estudio, publicado el 10 de diciembre en la revista Nicotine & Tobacco Research, señala que estos llamados “usuarios duales” tienen mayores probabilidades de abandonar el tabaco en comparación con quienes solo fuman cigarrillos.
Además, quienes combinan ambas formas de consumo tienden a disminuir la cantidad de cigarrillos que fuman, lo que se traduce en una menor exposición a las sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco.
“Muchos fumadores —y también profesionales de la salud— creen que si no se deja de fumar poco después de empezar a vapear, lo mejor es abandonar el cigarrillo electrónico para evitar el ‘doble consumo’”, explicó Peter Hajek, investigador principal y director de la Unidad de Investigación en Salud y Estilo de Vida de la Universidad Queen Mary de Londres. “Nuestros hallazgos muestran que el uso dual realmente favorece la reducción del daño y puede ser un paso intermedio útil hacia el abandono total del tabaco”, añadió.
El uso combinado de cigarrillos y vapeadores ha generado preocupación, ya que algunos críticos sostienen que no resuelve la dependencia a la nicotina que mantiene el hábito de fumar. Incluso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalan en su sitio web que el uso dual no es una estrategia efectiva para proteger la salud.
Para este estudio, los investigadores analizaron datos de un ensayo realizado en el Reino Unido con 886 fumadores adultos, a quienes se les ofrecieron cigarrillos electrónicos o terapias de reemplazo de nicotina como parte de un programa para dejar de fumar.
Los resultados mostraron que las personas que no dejaron de fumar de inmediato, pero continuaron con el uso dual, tuvieron casi 4.5 veces más probabilidades de abandonar el cigarro al mes, en comparación con quienes siguieron fumando exclusivamente.
Asimismo, este grupo presentó 4.5 veces más probabilidades de reducir su consumo de tabaco al menos a la mitad un año después del intento por dejar de fumar.
Otros hallazgos relevantes fueron:
Los usuarios de cigarrillos electrónicos experimentaron menos ansiedad por nicotina que quienes utilizaron sustitutos tradicionales.
Con el tiempo, la mayoría redujo la concentración de nicotina en sus vapeadores, y uno de cada diez utilizaba dispositivos sin nicotina tras un año.
Los vapeadores con sabor a tabaco resultaron poco atractivos, y quienes continuaron vapeando tuvieron menos probabilidades de mantenerse libres de humo al año siguiente.
Pese a estos resultados, los investigadores recalcaron que la mejor opción para la salud sigue siendo abandonar por completo el consumo de tabaco.
“Dejar de fumar lo antes posible siempre será lo ideal, pero para quienes no pueden hacerlo de manera inmediata, el vapeo puede ser una herramienta para lograrlo de forma gradual”, concluyó Francesca Pesola, investigadora principal y profesora de estadística en la Universidad Queen Mary.
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