— Daniela Cordova 11/12/2025
El obispo Hilarión González visitó Monclova para celebrar la fiesta guadalupana y enviar un mensaje esperanzador.
La visita del obispo de la diócesis de Saltillo, Hilarión González, reunió a cientos de fieles en Monclova durante la celebración de la fiesta de la Virgen de Guadalupe. El sacerdote destacó que su presencia forma parte de un gesto anual de acompañamiento a la comunidad, especialmente en un momento marcado por la incertidumbre económica y social que vive la región.
El obispo explicó que la misa guadalupana tiene un significado especial por la estrecha relación entre la ciudad y la actividad industrial. Señaló que la celebración busca poner bajo la protección de la Virgen a la comunidad y a los trabajadores, con la intención de que los conflictos actuales puedan resolverse con justicia, equidad y paz. También subrayó la importancia de orar por el progreso de la ciudad y de toda el área metropolitana, recordando que la fe se mantiene firme entre la población pese a las dificultades.
Llamado a la reconciliación
Durante la celebración, González reflexionó sobre el mensaje de la Virgen de Guadalupe y su invitación a la reconciliación. Destacó la necesidad de fortalecer los lazos entre las personas, fomentar la fraternidad y construir armonía dentro de la comunidad. Según explicó, aprender de la Virgen implica unir esfuerzos para sanar heridas y caminar hacia relaciones más solidarias.
Preparación para la Navidad
El obispo recordó que las posadas marcan el inicio de la preparación espiritual para recibir a Jesús. Señaló que el sentido de la Navidad radica en abrir espacio al prójimo, especialmente a quienes viven en necesidad. Hizo un llamado a estar atentos a las personas que enfrentan hambre, frío, migración o cualquier forma de vulnerabilidad, insistiendo en que la verdadera celebración consiste en fortalecer el amor y hacerlo acción.
Un tejido de unidad
La jornada también marcó el cierre de los 46 rosarios del itinerario guadalupano, cuyo lema fue “una tilma, un corazón y una misión”. González comparó a Monclova con una tilma formada por hilos de distintos orígenes que, cuando están firmemente entrelazados, resisten la adversidad y reflejan valores de unión y fortaleza. En ese sentido, invitó a la comunidad a mantener sus corazones fuertes y unidos para continuar la misión cristiana de hacer el bien.
Mensaje final de esperanza
El obispo concluyó su visita animando a los fieles a no perder la esperanza y a mantenerse firmes en el amor que inspira la fe cristiana. Deseó una Navidad llena de bendiciones para las familias monclovenses y reiteró su confianza en que la comunidad seguirá adelante con unidad y solidaridad.
Instala la nueva aplicación de El Tiempo MX