— Sallory Zapata 11/12/2025
Las festividades guadalupanas volvieron a detonar una notoria actividad económica en el comercio informal que se instala tradicionalmente alrededor de la Catedral de la Virgen de Guadalupe en Piedras Negras.
Durante los días 10, 11 y 12 de diciembre, las calles aledañas al templo se transformaron en corredores de venta donde el flujo de peregrinos y visitantes generó un ambiente de intensa movilidad para vendedores de frituras, elotes, churros y snacks, quienes dependen de estas fechas para recuperar parte de sus ingresos anuales.
Permisos y cuotas: inversión que asegura ubicación estratégica
Durante un recorrido por la zona, comerciantes instalados sobre la avenida Juárez compartieron que este año la Diócesis de Piedras Negras les cobró una cuota de 2,500 pesos por los tres días, además de un depósito de 800 pesos para limpieza, monto que únicamente será devuelto si el área es entregada completamente limpia y sin residuos. Según explicaron, esta cuota les otorga el derecho a ocupar un espacio de tres metros lineales, en un tramo donde se concentraron alrededor de 38 vendedores, quienes consideran que esta ubicación es la más estratégica debido a la mayor afluencia de feligreses.

Uno de los comerciantes entrevistados, Juan Hernández, quien acumula más de 15 años en el comercio informal de alimentos, señaló que la inversión “vale la pena” a pesar de que los resultados solo pueden medirse al finalizar la jornada del 12 o durante el corte del día 13. Destacó que la avenida Juárez es tradicionalmente la más rentable durante estas celebraciones, por lo que pagar la cuota directamente a la diócesis representa, para muchos, la posibilidad de asegurar ventas que no se logran en el resto del año.
Diferencias entre zonas y el impacto del aumento de insumos
En contraste, los comerciantes ubicados sobre la calle Zaragoza, junto a la banqueta de la Macroplaza, enfrentan un panorama distinto. Ellos pagaron 1,200 pesos por el permiso municipal y 300 pesos por limpieza, igualmente reembolsables si el área se mantiene en buenas condiciones. Sin embargo, reportan ventas considerablemente más bajas debido a la menor afluencia en comparación con la avenida Juárez. Algunos de ellos reconocen que la actividad comercial ha sido más lenta que en años anteriores.

Entre estos vendedores se encuentra Daniela Dávila, con más de dos décadas de experiencia en el comercio informal de snacks en la ciudad. Dávila explicó que 2025 ha sido uno de los años más difíciles, principalmente por el incremento en los costos de los insumos. Detalló que un costal de elotes de 10 kilogramos, que anteriormente compraba en 350 o 400 pesos, ahora cuesta 600 pesos, lo que representa un aumento cercano al 40%. A pesar de ello, los comerciantes han decidido mantener los precios del año anterior para no afectar al consumidor, cuya capacidad de compra también se ha visto limitada por la situación económica.

Aun con las dificultades, los vendedores se mantienen optimistas. La mayoría espera que, al cierre de las festividades guadalupanas, las ventas mejoren y les permitan recuperar la inversión destinada a permisos, insumos y equipamiento. “Todo se ve realmente hasta el día 13”, comentan, confiando en que el flujo de visitantes en los últimos momentos de celebración ayude a equilibrar un año que, para muchos, ha sido marcado por la incertidumbre y el incremento generalizado de costos.
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