¿Por qué crujen tus articulaciones? 9 razones que debes conocer

— Redacción El Tiempo 10/12/2025

¿Te has preguntado alguna vez por qué tus rodillas, nudillos o cuello hacen esos sonidos peculiares cuando te mueves? El crujido articular es algo muy común y la mayoría de las personas lo experimenta en algún momento. 

Aunque casi siempre es inofensivo, comprender por qué ocurre puede ayudarte a distinguir entre un ruido normal y uno que podría indicar un problema que requiere revisión médica. A continuación, te mostramos las 9 causas más comunes de estos sonidos.

Liberación de gases (cavitación)

Esta es la causa más frecuente y totalmente inocua, en especial en los nudillos. El líquido sinovial que lubrica las articulaciones contiene gases disueltos como oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono. Cuando una articulación se estira o se flexiona, la cápsula que la rodea se expande y disminuye la presión interna, generando burbujas de gas. El crujido ocurre cuando estas burbujas colapsan de forma repentina.

Movimiento de tendones y ligamentos

Los tendones y ligamentos son tejidos fuertes que unen músculos con huesos y huesos entre sí. A veces, al mover una articulación, uno de estos tejidos puede deslizarse sobre un saliente óseo u otra estructura, causando un chasquido o un crujido. Es frecuente en rodillas, tobillos y hombros, y suele ser normal si no hay dolor asociado.

Desgaste del cartílago (osteoartritis)

Con el paso de los años, el cartílago que recubre los extremos de los huesos puede deteriorarse. Cuando esto ocurre, las superficies óseas pueden rozar entre sí, lo que provoca un sonido áspero, de fricción o rechinido, generalmente acompañado de dolor e inflamación. Es un signo típico de osteoartritis.

Cuerpos libres dentro de la articulación

En ocasiones, pequeños fragmentos de cartílago o hueso pueden desprenderse y quedar sueltos dentro de la articulación. Estos fragmentos pueden quedar atrapados al mover la zona, produciendo un crujido, bloqueo o chasquido que a veces resulta doloroso.

Articulaciones hipermóviles

Algunas personas tienen ligamentos más flexibles de lo habitual, lo que les da mayor movilidad articular. Esta hipermovilidad permite que tendones y ligamentos se desplacen con más facilidad, generando crujidos frecuentes sin que necesariamente exista un problema.

Desalineación articular

Cuando los huesos no encajan de manera completamente correcta dentro de una articulación, el movimiento puede volverse menos fluido. Esta desalineación genera fricción o chasquidos, particularmente en la columna vertebral o la mandíbula, zonas donde la corrección de la alineación suele aliviar el problema.

Lesiones de meniscos o ligamentos

Heridas en los meniscos de la rodilla o en ligamentos importantes, como el ligamento cruzado anterior, alteran el funcionamiento normal de la articulación. Un desgarro meniscal puede provocar clics o crujidos notorios, casi siempre acompañados de dolor, inflamación y dificultad para mover la rodilla.

Sedentarismo o cambios en la postura

Permanecer mucho tiempo en la misma posición o llevar una vida poco activa puede generar rigidez articular. Al moverte después de un periodo prolongado de inactividad, las articulaciones pueden producir sonidos debido al estiramiento de tejidos o a la acumulación de gases en el líquido sinovial.

Recuperación después de cirugía o lesiones

Tras una intervención quirúrgica o un traumatismo fuerte, la articulación puede cambiar estructuralmente. Durante la fase de recuperación, es normal escuchar chasquidos o crujidos mientras los tejidos se reorganizan y la articulación vuelve a su funcionamiento habitual.

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