— Agencias 05/12/2025
La tensión geopolítica en Ucrania y una intensa ola de frío en Estados Unidos impulsan los precios del crudo, generando incertidumbre en los mercados energéticos globales.
Los precios internacionales del petróleo cerraron la semana al alza, superando importantes barreras psicológicas, debido al estancamiento diplomático en el conflicto entre Rusia y Ucrania y a la llegada de una masa de aire ártico a Estados Unidos que amenaza con incrementar la demanda de combustibles para calefacción y afectar la producción.
Alza sostenida en los mercados internacionales
El barril de Brent de referencia para Europa cerró este viernes con un avance del 0.77%, situándose en 63.75 dólares. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos subió un 0.69% y se colocó en 60.08 dólares, recuperando así el nivel por encima de los 60 dólares.
La tensión geopolítica continúa presionando los precios
Analistas señalan que la incertidumbre en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania mantiene una "prima de riesgo geopolítico" en el valor del crudo. "A la vista de la situación geopolítica entre Rusia y Ucrania, parece poco improbable que se alcance un acuerdo de paz en un futuro cercano", comentó Phil Flynn, de Price Futures Group. Las negociaciones para encontrar una salida al conflicto continúan, con una nueva reunión prevista en Miami.
Adicionalmente, se monitorea el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, un país que, según la consultora Rystad Energy, suministra 1.1 millones de barriles diarios de crudo principalmente a China, por lo que cualquier escalada podría impactar el suministro global.
La ola de frío en EE.UU. dispara la demanda y amenaza la oferta
Paralelamente, el mercado reacciona a un factor climático. "Los operadores esperan un aumento de la demanda de combustible para calefacción debido a las temperaturas particularmente bajas en Estados Unidos", señaló el mismo analista. El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS) advirtió sobre la llegada de masas de aire ártico que afectarán desde las llanuras del norte hasta el noreste del país.
Esta situación no solo aumenta la demanda, sino que también podría "aumentar el riesgo de congelación en las zonas de producción", como señaló Flynn, lo que potencialmente afectaría la oferta desde la principal economía consumidora de crudo del mundo.
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