— Redacción El Tiempo 04/12/2025
La práctica de “acomodar” o modificar costillas para aparentar una cintura más estrecha se ha vuelto popular en redes sociales; sin embargo, especialistas en medicina y fisioterapia advierten que es una técnica riesgosa.
Una luxación costal implica desplazar una costilla de su posición normal, lo que puede causar dolor, daños internos y consecuencias duraderas.
A continuación se describen los principales efectos físicos y funcionales relacionados con estas intervenciones sin respaldo médico.
Dolor intenso e inflamación inmediata
Una luxación de costilla provoca un dolor agudo que dificulta realizar movimientos simples, respirar o incluso hablar. Al desplazarse la articulación, los nervios y tejidos cercanos se irritan, generando inflamación y gran sensibilidad.
Problemas para respirar adecuadamente
Las costillas permiten la apertura del tórax durante la respiración. Si una o varias están fuera de lugar, respirar se vuelve doloroso y más superficial, lo que puede disminuir la capacidad pulmonar y causar hiperventilación o sensación de falta de aire.
Lesiones en los músculos intercostales
Los músculos ubicados entre las costillas pueden sufrir desgarros durante el intento de “acomodarlas”. Este tipo de daño ocasiona espasmos, moretones y limita el movimiento del torso durante días o semanas.
Alteraciones en la postura
Una costilla desplazada modifica la biomecánica del pecho y la espalda. Esto puede producir inclinación involuntaria, rigidez en la columna torácica y compensaciones musculares que afectan la forma de caminar o sentarse.
Riesgo de daño nervioso
Entre cada costilla pasan nervios intercostales que pueden quedar comprimidos por la luxación. Esto provoca dolor que se irradia hacia la espalda, el abdomen o el brazo, además de sensaciones de ardor o entumecimiento.
Dificultades respiratorias prolongadas
Si no se recibe tratamiento adecuado, la luxación puede generar inflamación persistente y alterar la mecánica respiratoria por semanas. En situaciones graves, la ventilación deficiente puede favorecer infecciones pulmonares.
Inestabilidad en la caja torácica
Manipular las costillas con fines estéticos puede debilitarlas progresivamente, haciendo que se “salgan” con mayor facilidad. Esto genera inestabilidad y aumenta el riesgo de nuevas luxaciones incluso durante movimientos cotidianos.
Potencial daño a órganos internos
Aunque es menos común, una costilla fuera de su sitio puede presionar estructuras internas como la pleura o los pulmones, elevando el riesgo de complicaciones como un neumotórax si ocurre un daño adicional.
Desarrollo de dolor crónico
Algunas personas llegan a presentar dolor persistente debido a la irritación constante de articulaciones y nervios en la zona costal. Este problema puede requerir un tratamiento prolongado de fisioterapia y limitar actividades simples del día a día.
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