— Redacción El Tiempo 04/12/2025
El cáncer gástrico sigue siendo uno de los tumores más difíciles de detectar, principalmente porque en sus etapas iniciales se manifiesta con molestias comunes que suelen atribuirse a gastritis, nervios o estrés.
Conocer qué factores aumentan su aparición ayuda a reconocer señales de alarma y a buscar atención médica antes de que progrese.
A continuación se describen los factores de riesgo más importantes, según especialistas en gastroenterología, incluidos aquellos que pueden disminuirse mediante cambios en el estilo de vida.
Infección por Helicobacter pylori
La bacteria H. pylori es el principal factor asociado al cáncer de estómago. En México y otros países latinoamericanos, su presencia puede alcanzar hasta el 80% de la población. Cuando se identifica, puede eliminarse con antibióticos. Para obtener un diagnóstico más preciso, se recomienda suspender los antiácidos potentes cuatro semanas antes del estudio.
Antecedentes familiares cercanos
Tener parientes directos que hayan padecido cáncer gástrico, especialmente si se diagnosticó antes de los 40 años, incrementa notablemente el riesgo. En estas situaciones, se aconseja una vigilancia más estricta y realizar estudios preventivos como la endoscopia.
Fumar
El tabaco daña directamente la mucosa del estómago y favorece la inflamación persistente. Fumar eleva el riesgo de diversos tipos de cáncer, incluido el gástrico. Al dejar el cigarro, la probabilidad de desarrollar tumores digestivos disminuye de forma importante.
Consumo elevado y constante de alcohol
El consumo frecuente de alcohol irrita el revestimiento del estómago, afecta su capacidad de reparación y potencia el daño provocado por otros factores, como H. pylori o una dieta alta en sal. Cuanto más se bebe, mayor es el riesgo.
Dieta rica en sal y alimentos con nitrosaminas
Los alimentos muy salados o conservados con nitratos y nitritos —como embutidos, carnes curadas, ahumadas o excesivamente doradas a la parrilla— aumentan la probabilidad de cáncer gástrico. Estos compuestos lesionan la mucosa del estómago y facilitan la formación de agentes cancerígenos.
Obesidad y acumulación excesiva de grasa
El exceso de peso altera procesos hormonales e inflamatorios que pueden afectar al estómago. Además, se asocia a reflujo gastroesofágico, un trastorno que también incrementa el riesgo de cáncer gástrico a largo plazo.
Poca ingesta de frutas, verduras y fibra
Una dieta baja en antioxidantes y fibra deja más vulnerable el estómago frente a la inflamación y otros agentes dañinos. En cambio, una alimentación rica en vegetales contribuye a proteger la mucosa gástrica y a mantener un sistema digestivo saludable.
Lesiones premalignas
Enfermedades como la gastritis crónica, la atrofia gástrica o la metaplasia intestinal pueden avanzar silenciosamente hacia cáncer gástrico. La endoscopia permite detectarlas y tratarlas de manera temprana, disminuyendo el riesgo futuro.
Edad mayor de 45 años con síntomas continuos
El riesgo aumenta con la edad. Los especialistas recomiendan prestar atención a síntomas persistentes como ardor en la boca del estómago, sensación de llenura rápida, náuseas recurrentes, distensión, dolor continuo o pérdida de peso sin causa aparente. Si las molestias reaparecen una y otra vez, se requiere una evaluación completa y no solo repetir tratamientos con antiácidos.
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