— Redacción El Tiempo 26/11/2025
La trombosis puede formarse sin generar molestias al inicio, pero cuando no se detecta a tiempo, sus consecuencias pueden ser graves.
Identificar sus primeras manifestaciones ayuda a buscar atención médica con rapidez y disminuir complicaciones. Esta guía reúne los signos más comunes que podrían indicar la presencia de un coágulo. Conocerlos mejora la capacidad de reacción.
Dolor repentino en la pierna
Un dolor puntual que se intensifica al caminar o al presionar la zona puede ser una señal de trombosis venosa profunda. Si la molestia no cede o aumenta, es importante acudir a un especialista.
Hinchazón inesperada
La aparición de inflamación en una pierna o un brazo sin causa evidente puede sugerir una obstrucción venosa. Suele acompañarse de pesadez o tensión en la extremidad.
Cambios en el color de la piel
Tonos rojizos, azulados o más pálidos que aparecen en un área específica pueden indicar alteraciones en la circulación. Si estos cambios persisten, deben ser evaluados.
Aumento de temperatura en la zona
La sensación de calor en una extremidad puede relacionarse con inflamación provocada por un coágulo. Si este síntoma se asocia a dolor o hinchazón, es recomendable buscar revisión médica.
Dificultad para respirar
La falta de aire junto con dolor en el pecho o sensación de presión puede indicar que un coágulo llegó a los pulmones. Este cuadro requiere atención inmediata.
Aceleración del ritmo cardiaco
Un aumento súbito en los latidos del corazón sin explicación aparente puede estar relacionado con una trombosis que afecta la circulación. Suele venir acompañado de malestar general o ansiedad.
Mareos o desvanecimientos
Cuando el flujo sanguíneo disminuye por la presencia de un coágulo, pueden presentarse episodios de mareo, visión borrosa o incluso breves pérdidas de conciencia. Estos síntomas necesitan una valoración urgente.
Venas superficiales más prominentes
En algunos casos, se observan venas más marcadas, inflamadas o endurecidas, como si sobresalieran bajo la piel.
Sensación de pesadez o rigidez en la extremidad
Algunas personas experimentan que la pierna o el brazo se sienten más pesados, rígidos o “duros”, lo que dificulta moverse con normalidad. Esto ocurre porque el coágulo obstaculiza el retorno de la sangre, provocando acumulación.
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