— Redacción El Tiempo 15/11/2025
La Generación Z ha transformado la forma en que el mundo y la sociedad se relacionan con la tecnología, el uso de datos digitales y la comprensión de las redes sociales. No obstante, pese a su impacto social, aún existe un conocimiento limitado sobre este grupo.
Este conjunto de jóvenes nació en un entorno donde la tecnología ya formaba parte de la vida cotidiana. Esto les permitió crecer rodeados de constantes avances tecnológicos y rápidos cambios sociales, obligándolos a adaptarse continuamente a nuevas plataformas y herramientas digitales.
¿Qué edades abarca la Generación Z?
Aunque las fechas exactas varían según la fuente, la mayoría coincide en que la Generación Z incluye a quienes nacieron entre 1997 y 2012. Con base en eso, sus integrantes tienen actualmente entre 13 y 28 años. Este rango mezcla juventud con una marcada sensibilidad social.
Mientras que los mayores ya participan activamente en el mercado laboral y han presenciado transformaciones globales importantes, los más jóvenes han construido su visión del mundo influenciados por movimientos sociales y demandas de cambio.
Rasgos distintivos de la Generación Z
Esta generación se diferencia de otras anteriores —como los Millennials— debido a que crecieron inmersos en la era digital y vivieron crisis económicas y sociales que marcaron su percepción del mundo. Entre sus características más relevantes destacan:
Verdaderos nativos digitales. Son la primera generación que no imagina la vida sin internet, teléfonos inteligentes ni redes sociales. A diferencia de los Millennials, que vivieron el surgimiento de estas tecnologías, los Centennials nacieron con ellas, desarrollando una facilidad natural para manejarlas.
Alta conciencia social. Suelen involucrarse activamente en causas ambientales, sociales y políticas. Asuntos como la justicia racial, la equidad de género, la salud mental y la sostenibilidad son esenciales para ellos, y suelen usar las redes sociales como plataforma de activismo.
Independencia. Después de crecer en momentos de inestabilidad económica, como la crisis de 2008, esta generación tiende a ser más realista en términos financieros. Valoran la autosuficiencia y la autonomía profesional.
Visión flexible del género. Muestran una comprensión más abierta y menos tradicional de las identidades de género y los roles sociales. Su compromiso con la diversidad y la inclusión impulsa cambios en cómo se entienden estas categorías.
Consumidores críticos. Son cautelosos frente a la publicidad convencional y confían más en recomendaciones de creadores de contenido o usuarios reales. Esto los hace más analíticos y exigentes al momento de elegir productos o servicios.
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