— Daniela Cordova 02/11/2025
Su tía Yuri recuerda entre lágrimas y nostalgia al pequeño que, con su ternura, iluminó la vida de todos.
Joshua Alejandro Flores Rodríguez padecía síndrome de Down y falleció en 2022, poco después de cumplir 13 años. Su tía, Yuri Hernández, lo recuerda como un niño alegre, cariñoso y lleno de vida, a quien toda su familia consideraba un verdadero ángel. Su partida dejó un vacío profundo, pero también un legado de amor puro que sigue acompañándolos cada Día de Muertos.
“Era un angelito”, expresó conmovida mientras colocaba flores sobre su tumba, recordando la ternura con la que el pequeño llenó cada rincón del hogar. Y al igual que, cada año este día 2 de muertos no pudieron dejar pasar la fecha para visitarlo y hacerlo sentir querido tal y como en vida lo hacían.
Siempre sonriente, pese a las limitaciones
Aunque no podía hablar ni caminar debido a su condición, Joshua nunca perdió la alegría. Su sonrisa constante era su manera de comunicarse y demostrar cariño. En los ojos de su tía aún brilla el recuerdo de aquel niño que siempre encontraba motivos para reír, incluso en los días más difíciles.
“Siempre estaba quietecito por su condición, pero recuerdo que se metía sus manitas a la boca; era algo que siempre hacía y me acuerdo”, compartió Yuri, evocando ese gesto tan característico que la hacía sonreír. Para ella, esos pequeños detalles son ahora tesoros que guarda en el alma.
Su amor por Mickey y los perritos
Joshua era un fiel admirador de Mickey Mouse. En su habitación, los peluches, dibujos y juguetes del famoso personaje no podían faltar. Cada vez que veía la figura del ratón, su rostro se iluminaba. También adoraba a los perritos, aunque no podía tener uno por sus alergias; sin embargo, eso no le impedía abrazar a los peluches que simulaban ser sus mascotas.
Por eso, su madrina cada año le lleva un arreglo floral con forma de perrito, mientras que su tía Yuri le coloca globos de colores, recordando cuánto le gustaban. “Era su forma de ser feliz”, comenta entre suspiros, mientras observa cómo el viento mueve suavemente los globos junto a su tumba.
Un amor que trasciende el tiempo
Los padres de Joshua viven actualmente en Estados Unidos, pero cada vez que tienen oportunidad regresan a Monclova, a la colonia Independencia, para visitarlo. “El pequeño llegó a iluminar nuestras vidas dice su tía, y aunque su paso por el mundo fue breve, disfrutó cada instante porque siempre se sintió amado por todos nosotros”.
Para la familia, Joshua fue una bendición
Su presencia cambió su forma de ver la vida y les enseñó a valorar lo más simple: una sonrisa, una caricia, una mirada llena de amor. Cada Día de Muertos, entre flores, velas y recuerdos, su familia se reúne para rendirle homenaje. Lo hacen no desde la tristeza, sino desde la gratitud, celebrando el tiempo que compartieron con él. Porque aunque su cuerpo ya no esté, su alegría y ternura siguen vivas en cada corazón que tocó.
Instala la nueva aplicación de El Tiempo MX