Moretones y sangrados frecuentes: posibles señales de leucemia promielocítica

Un moretón inexplicado, sangrado leve de encías al cepillarse o hemorragias nasales frecuentes pueden parecer problemas menores.

Sin embargo, en personas de 30 a 60 años, especialmente quienes llevan una vida sedentaria y pasan gran parte del día en oficina, estos signos podrían ser la primera alerta de una enfermedad hematológica seria pero altamente tratable: la Leucemia Promielocítica Aguda (LPA).

El doctor Luis Meillón, hematólogo y expresidente de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología (AMEH), advierte que estos síntomas no deben atribuirse al estrés o al cansancio. “No son normales. Podrían ser la primera manifestación de la LPA, que tiene un tratamiento muy efectivo si se detecta a tiempo”, señaló.

Una leucemia poco conocida pero tratable

La LPA es una forma agresiva de leucemia aguda, que afecta principalmente a adultos entre los 30 y 60 años, con mayor frecuencia alrededor de los 50. Aunque es poco conocida, los avances médicos han transformado su tratamiento: en muchos casos ya no requiere quimioterapia, siempre que el diagnóstico sea oportuno.

Signos que no se deben ignorar

Entre los principales síntomas de la LPA se encuentran:

• Moretones grandes o numerosos sin causa aparente.

• Sangrado de encías al cepillarse.

• Hemorragias nasales frecuentes.

• Pequeños puntos rojos en la piel (petequias).

• Menstruaciones más abundantes de lo habitual.

• Palidez, fatiga o mareos incluso con esfuerzos mínimos.

“El error es normalizar estos signos”, enfatiza Meillón. “Algunos retrasan su atención pensando que es estrés o falta de actividad, pero el cuerpo da señales, y reconocerlas a tiempo puede cambiar completamente el pronóstico”.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico comienza con pruebas simples, como biometría hemática, conteo de plaquetas y estudios de coagulación. Si se detectan anomalías, el paciente debe ser derivado de inmediato a un hematólogo. Automedicarse o usar remedios caseros puede empeorar la situación.

Gracias a tratamientos modernos, como la combinación de ácido trans-retinoico y trióxido de arsénico, más del 85 % de los pacientes logran remisión, sin necesidad de quimioterapia, siempre que se diagnostique a tiempo.

Detectar los signos de la Leucemia Promielocítica Aguda tempranamente no solo salva vidas, sino que también permite terapias menos invasivas, evita complicaciones graves y facilita una recuperación completa, especialmente en personas en plena etapa productiva.