EL TIEMPO
Tremendo zafarrancho armaron un grupo de obreros de AHMSA la madrugada de ayer, luego de que estos discutieran al exterior de un conocido bar, siendo reportados por empleados del mismo ante las autoridades, los cuales tras su arribo, fueron agredidos por el grupo de “influyentes”, siendo sometidos y remitidos a la Comandancia Municipal.
Los detenidos fueron identificados como José Eduardo Salinas Juárez de 22 años de edad, quien vive en la Avenida Sidermex número 1111 de la colonia Obrera Sur, así como Eduardo Jordán Mancha de 28 años domiciliado en la calle Tabachín número 1604 de la colonia San Salvador, quiénes eran acompañados por Jesús Calixto Dueñas de 23 años, quien dijo vivir en la colonia Nueva Miravalle, así como Luis Enrique Guajardo Martínez, con domicilio en la calle Doroteo Valdez Peña de la colonia Obrera Sur.
Estos eran acompañados por dos mujeres identificadas como Andrea Lieja de la Cruz de 23 años, domiciliada en la calle Ahuizotl número 628 de la colonia Nueva Miravalle, así como Jazmín Zapata García de 32 años, quien vive en la calle Polinesia número 620 del Fraccionamiento Los Cedros.
Los hechos ocurrieron a las 02:30 horas de ayer, cuando policías se trasladaron al Bulevar Juárez tras reportarse una nueva riña en el antro denominado “El Mitote”, sin embargo, tras revisar el lugar, los uniformados se percataron de un grupo de jóvenes que se encontraban alterando el orden público, metros más adelante del bar, a bordo de un vehículo tipo Malibu color gris.
Fue al revisarlos que los uniformados encontraron varias bebidas embriagantes al interior, descubriendo que todos se encontraban en evidente estado de ebriedad, procediendo así con su detención.
Sin embargo, los ebrios sujetos comenzaron a tornarse agresivos resistiéndose a su arresto, argumentando ser trabajadores de AHMSA, e incluso familiares de los representantes sindicales, exigiendo se les brindara la atención y los dejaran irse.
Para su desgracia, todos fueron abordados a las unidades policiacas luego de que los oficiales agredidos solicitaran refuerzos, logrando así su detención y posterior traslado a la Comandancia, donde fueron registrados uno a uno y remitido a las celdas, en espera de que sus “influencias” acudieran en su rescate.