— Redacción El Tiempo 07/08/2025
Un estudio reciente de la Universidad de Harvard advierte sobre los efectos negativos del consumo habitual de papas fritas, debido a que pueden elevar rápidamente los niveles de glucosa en la sangre y provocar una mayor liberación de insulina.
Además, su alto contenido calórico y la presencia de grasas saturadas y trans representan un riesgo para la salud cardiovascular, el manejo del peso y el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes.
Aunque las papas contienen naturalmente potasio y vitamina C, el proceso de fritura altera su valor nutricional. Según la Sociedad Española de Cardiología, una porción pequeña de 100 gramos puede aportar cerca de 300 calorías, sin ofrecer beneficios reales cuando se consumen fritas.
Expertas en nutrición como Fiorella Vitelli y Patricia Chávez coinciden en que el problema principal radica en la fritura y el tipo de aceite utilizado, ya que esto no solo aumenta las calorías, sino también la cantidad de grasas nocivas, lo que puede derivar en aumento de peso, colesterol alto, hipertensión y enfermedades cardíacas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener un balance calórico y elegir alimentos con buena calidad nutricional. Las papas fritas, por su forma de preparación, no cumplen con estos estándares, por lo que se sugiere que personas con diabetes, colesterol elevado, problemas cardiovasculares o que buscan bajar de peso, eviten consumirlas regularmente.
En este sentido, la Clínica Universidad de Navarra señala que las calorías representan la energía que el cuerpo obtiene de los alimentos, pero un consumo excesivo y desequilibrado puede alterar el balance nutricional y afectar la salud a mediano y largo plazo.
Por ello, mantener hábitos saludables, evitar el sedentarismo y preferir alimentos naturales o cocidos sin aceite son fundamentales para cuidar el bienestar físico, mental y social, tal como lo señala la OMS.
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