— Redacción El Tiempo 04/08/2025
Un estudio realizado por la Universidad de Tampere, en Finlandia, reveló que un receso laboral de ocho días es suficiente para desconectarse del entorno laboral y disminuir los niveles de estrés, al evaluar cómo las vacaciones influyen en la salud mental de los empleados.
Según los hallazgos, una pausa de ocho días ofrece el mayor provecho en términos de recuperación tanto física como emocional. Superar este tiempo no necesariamente incrementa la sensación de descanso o bienestar.
El estudio también indicó que es más recomendable distribuir los días de descanso a lo largo del año en lugar de tomarlos todos de una sola vez. De hecho, los periodos vacacionales prolongados —como los que superan las dos semanas— no mostraron beneficios adicionales respecto a estancias más breves y, si no se planifican adecuadamente, podrían ser menos eficaces.
Estos resultados coinciden con las propuestas de Henrik Mahncke, jefe de análisis en Realdania y autor del libro Nuestra calidad de vida, quien ha investigado la relación entre el descanso y el bienestar. Mahncke argumenta que las pausas cortas, tomadas con regularidad, generan mejores efectos en la salud general y el equilibrio emocional que las vacaciones largas tomadas de forma ocasional.
“Es más eficaz hacer pausas breves de manera continua a lo largo del año que concentrar todos los días de descanso en una sola temporada”, señaló Mahncke, quien también recomienda incluir actividades personales o rituales que contribuyan al bienestar emocional durante el año.
Tanto el estudio de la universidad finlandesa como la perspectiva de Mahncke coinciden en que no se requieren largas vacaciones para lograr una recuperación significativa. Al contrario, saber repartir estratégicamente el tiempo libre puede tener un efecto más positivo en la calidad de vida.
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