WASHINGTON.- Una corte Federal de apelaciones asestó un nuevo golpe al decreto del Presidente Donald Trump, que prohíbe la entrada a ciudadanos de seis países mayoritariamente musulmanes.
La política discrimina a los creyentes de la fe islámica, según sus críticos. La Corte Federal de Apelaciones del Cuarto Circuito confirmó el fallo de un tribunal inferior que bloqueó la restricción, esgrimida por el Gobierno como una herramienta contra el terrorismo.
Es el primer tribunal de apelaciones que se pronuncia sobre el decreto que el Gobierno debió revisar ante numerosas objeciones judiciales. "Ciertamente el Congreso le dio al Presidente amplios poderes en lo que respecta al área de inmigración, pero ese poder no es absoluto.
"No puede ser un poder sin cortapisas cuando, como ocurre aquí, el Presidente lo está ejerciendo a través de un decreto que bien podría causar daño irreparable a individuos en toda la nación", escribió el juez titular del circuito, Roger L. Gregory. Lo más probable es que el Gobierno ahora apele ante la Corte Suprema. Una cuestión central en el caso es si las cortes deben considerar comentarios previos de Trump sobre la necesidad de prohibirle la entrada a musulmanes.
Un juez federal en Maryland que bloqueó la prohibición de viajes citó declaraciones de Trump y sus colaboradores durante la campaña y después de la elección como evidencia de que la política estaba motivada principalmente por religión.
El Gobierno argumentó que la Corte no debería examinar más allá del texto de la orden ejecutiva, que no menciona religión. El Gobierno dice que los países no fueron seleccionados por ser predominantemente musulmanes, sino porque representan riesgos de terrorismo. La primera prohibición de viajes en enero causó caos y protestas en todo el país, y miles de viajeros quedaron impedidos de abordar vuelos internacionales, o fueron detenidos durante horas en aeropuertos. Trump modificó la orden luego que la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito se negó a reinstaurarla.
La nueva versión deja claro que la prohibición por 90 días no es aplicable a personas que ya tenían visas válidas; elimina referencias que daban prioridad a minorías religiosas y saca a Irak de la lista.
Los oponentes dicen que los cambios no alteran la ilegitimidad del decreto. La causa en Maryland fue presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles y el Centro Nacional de Ley de Inmigración a nombre de organizaciones y de individuos que viven en Estados Unidos y temen que la prohibición les impida reunirse con familiares de los países incluidos.
La decisión de la corte de apelaciones impide que el Gobierno suspenda el otorgamiento de nuevas visas para ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Un juez federal en Hawái también detuvo esa disposición, así como la congelación del programa de refugiados. El Gobierno de Trump está peleando contra esa decisión en el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito.