— Agencias 01/07/2025
Las tensiones entre Donald Trump y Elon Musk escalan luego de que el presidente sugiriera una posible expulsión del empresario tras fuertes críticas públicas.
La relación entre Donald Trump y Elon Musk, otrora aliados durante la campaña electoral de 2024, se deterioró significativamente en junio tras desacuerdos sobre la ley de presupuesto federal, en particular por los recortes a subsidios relacionados con la industria de los vehículos eléctricos.
El magnate, quien fue el mayor donante privado de Trump en las elecciones pasadas, acusó a la administración republicana de traicionar los esfuerzos en energías limpias y propuso incluso la creación de un nuevo partido político, el llamado “Partido América”, si se aprueba el paquete fiscal.
Amenazas desde la Casa Blanca
Durante una rueda de prensa este lunes, Trump fue cuestionado sobre la posibilidad de deportar a Elon Musk, a lo que respondió: “No lo sé. Tendremos que examinarlo”. Más adelante, lanzó una advertencia velada: “DOGE es el monstruo que podría tener que volver y devorar a Elon”, en referencia a la Comisión de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que Musk dirigió hasta mayo.
Trump también insinuó que esa comisión podría revisar los subsidios otorgados a Tesla y SpaceX, dos de las principales empresas de Musk, sugiriendo que el empresario tiene más que perder si continúa con sus ataques.
Críticas desde Truth Social
El enfrentamiento también se trasladó a Truth Social, la plataforma del presidente estadounidense, donde Trump publicó un mensaje asegurando que Musk debería regresar a Sudáfrica si pierde los subsidios federales. “Sin subsidios, Elon probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”, escribió.
La tensión entre ambos revela una división en el ala tecnocrática y empresarial del movimiento republicano, especialmente en torno a temas como energía renovable, subsidios federales y política industrial.
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