AGENCIAS / ELTIEMPO
BRASIL.- Miles de personas se manifestaron en distintas ciudades de Brasil, para pronunciarse en contra del Presidente, Michel Temer, luego que se le vinculara con un escándalo de corrupción.
Las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Fortaleza y Recife, reunieron a manifestantes y fuerzas políticas de oposición, incluidas las dos de sus dos líderes más conocidos, el Partido de los Trabajadores del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la red de la ex candidata presidencial 2014 Marina Silva.
Ambos exigen a las autoridades a convocar elecciones antes de octubre de 2018, fecha prevista para los comicios, y destituir a Temer. Al menos mil 500 inconformes se reunieron a las puertas del Palacio del Planalto, la sede Presidencial, al grito de "¡Fuera Temer!", según reportes del diario local O' Globo.
Los organizadores estiman la asistencia de 60 mil personas en la protesta de Río de Janeiro, donde se registró enfrentamiento con la Policía. Elementos de la Policía Militar emplearon gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes, varios de ellos encapuchados, quienes respondían lanzando piedras y formando barricadas.
Además, medios locales registraron el uso de balas de goma. Los ciudadanos exigen la renuncia del Mandatario luego de que el diario brasileño O' Globo diera a conocer grabaciones en donde el mandatario de Brasil dio su aval al pago de sobornos para comprar el silencio de Cunha, Temer aseguró que en ningún momento autorizó el pago de silencio del ex legislador.
Las revelaciones provocaron un caos político en Brasil, con tres pedidos de juicio contra Temer y la amenaza de que parte de los partidos políticos de coalición gubernamental retiren su apoyo al mandatario, mientras la Bolsa de Sao Paulo y la moneda brasileña se hundieron. Esta tarde, Temer realizó su primera alocución pública para defenderse de las acusaciones y negar cualquier irregularidad, en un breve discurso televisado en el que el mandatario apareció visiblemente contrariado y defendió su labor para reactivar una economía en recesión.
"No renunciaré, sé lo que hice y sé la corrección de mis actos. Exijo una investigación plena y muy rápida", puntualizó Temer, cuya investigación por supuesta obstrucción a la justicia fue autorizada este jueves por el Supremo Tribunal Federal brasileño.