— Daniela Cordova 10/05/2025
Desde hace 47 años no pierde la oportunidad de visitar la lápida de su madre con muy cariño y un sentimiento de extrañarla profundamente
María Teresa Fermín González, vecina de la colonia Pedregal de San Ángel, visitó el Panteón Guadalupe para rendir homenaje a su madre, Sofía González, fallecida hace 47 años. Frente a la lápida, con la voz quebrada pero firme, compartió una reflexión poderosa: “A las madres se les debe decir un te quiero, te amo y brindar respeto, en vida, pues después de la muerte ya no tiene caso”.
María Teresa recuerda a Sofía como una mujer bondadosa, sumisa y resistente ante el sufrimiento. Pese a las adversidades, su madre crió a sus hijos con amor, felicidad y sólidos valores. “Siempre nos expresaba lo contenta que la hacíamos. Nunca dejó de demostrarnos su cariño, a pesar de todo lo que vivía”, relató con nostalgia.
"En vida todo, en vida"
Mientras colocaba flores frescas sobre la tumba, pronunció una frase que marcó el momento: “En vida todo, en vida, después de muerto ya nada es igual, ya no tiene caso”. Un llamado sincero a valorar a las madres mientras aún están presentes.
Un consejo para las nuevas generaciones
María Teresa también compartió un consejo dirigido especialmente a sus hijas: enseñar a sus propios hijos a respetarlas, a verlas con cariño y a procurarlas. “Es importante que las nuevas generaciones aprendan a valorar a sus madres. No esperen a que sea tarde para demostrar su amor”, expresó.
Un ritual de amor que perdura
Desde el fallecimiento de su madre, hace casi medio siglo, María Teresa no ha dejado de visitar su tumba. “Por ningún motivo he faltado. Aquí me siento cerca de ella y le demuestro mi amor desde donde quiera que esté”, afirmó con profunda emoción, mientras el viento movía suavemente las flores que adornaban la lápida.
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