— Redacción El Tiempo 09/05/2025
Desde la infancia, León XIV ya hablaba de ser Papa. Su hermano recuerda cómo su vocación y carisma eran evidentes desde los seis años.
Louis Prevost, hermano del nuevo Pontífice León XIV, declaró el jueves desde Port Charlotte, Florida, que "enloqueció" al escuchar el nombre de Robert Prevost durante el anuncio oficial del nuevo Papa, recordando que su familia bromeaba desde que era niño con que algún día ocuparía el trono de San Pedro.
Tras la elección del cardenal Robert Francis Prevost como Papa León XIV, su hermano Louis Prevost expresó su profunda emoción en entrevista con el canal local WBBH. “¡Es Rob, oh Dios mío!, simplemente enloquecí. Cuando el cardenal empezó a leer su nombre y dijo ‘Rob’, supe que era él”, relató con entusiasmo desde su hogar en el sureste de Florida.
Louis dijo sentirse “impactado y sorprendido”, y añadió que la elección lo dejó “sin palabras”. Aseguró que su familia, desde hace décadas, solía bromear con la posibilidad de que su hermano llegara al papado. “Sabíamos que tenía algo especial desde los seis años”, compartió.
Robert Prevost: vocación temprana y liderazgo espiritual
El ahora Papa León XIV mostró una vocación religiosa desde temprana edad. John Prevost, otro de sus hermanos, reveló al canal NBC Chicago que Robert “sintió la llamada a ser sacerdote en primer grado” y que “ingresó al seminario en octavo grado”.
Para su familia, su elección como líder de la Iglesia Católica no solo es motivo de orgullo, sino también de esperanza. “Solo espero que no se politice esto”, expresó Louis al referirse a los posibles juicios sobre el origen estadounidense del nuevo Papa.
Llamado a dejar de lado el nacionalismo
Louis Prevost pidió que el mundo católico reciba al nuevo Papa con apertura y sin juicios. “Algunos dirán: ‘Es estadounidense, va a arruinar la Iglesia’... Espero que eso no ocurra”, advirtió. Su mensaje fue claro: “Dejemos el nacionalismo de lado y seamos simplemente la Iglesia Católica”.
Robert Francis Prevost, originario de Chicago y miembro de la Orden de San Agustín, se convierte en el primer Papa nacido en Estados Unidos, lo que ha generado reacciones en todo el mundo. Su elección marca un hecho histórico para la comunidad católica global y abre un nuevo capítulo en el Vaticano.
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