— Redacción El Tiempo 08/05/2025
El agua ayuda a mantener la piel hidratada, reduciendo la sequedad y mejorando su elasticidad. Al eliminar las bebidas azucaradas, se previenen las inflamaciones cutáneas, lo que contribuye a una apariencia más radiante, según dermatólogos.
Aumenta los niveles de energía
La deshidratación puede causar fatiga. Beber agua mejora la concentración y el rendimiento físico. Sustituir los refrescos azucarados evita los picos y caídas de glucosa, ayudando a mantener una energía más estable, según nutricionistas.
Facilita la pérdida de peso
Consumir agua antes de las comidas reduce el apetito, lo que ayuda a controlar el peso. A diferencia de las bebidas azucaradas, que aportan calorías vacías, el agua no engorda y favorece el metabolismo, según Harvard.
Mejora la digestión
El agua facilita la descomposición de los alimentos y previene el estreñimiento. Evitar las bebidas azucaradas puede reducir la hinchazón y otros problemas digestivos, promoviendo un sistema digestivo saludable, según expertos.
Protege la salud dental
Las bebidas azucaradas erosionan el esmalte dental, mientras que el agua fortalece los dientes y elimina los restos de comida. Cambiar a agua reduce el riesgo de caries, según la Asociación Dental Americana.
Reduce el riesgo de enfermedades
Beber agua apoya la función renal y cardiovascular, mientras que eliminar las bebidas azucaradas disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad, según la Organización Mundial de la Salud.
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