— Sarah Zamora 09/05/2025
San Isaías: El Profeta de la Esperanza y la Justicia.
San Isaías, uno de los mayores profetas del Antiguo Testamento, es venerado como santo por su fidelidad a Dios y su incansable llamado a la justicia y la conversión. Conocido como el "Profeta Mesiánico" por sus visiones sobre la llegada del Salvador, su vida y obra dejaron un legado espiritual que perdura hasta hoy. Su elocuencia y valentía al denunciar la corrupción lo convierten en un modelo de fe comprometida.
Vida
Isaías nació alrededor del siglo VIII a.C. en el Reino de Judá, posiblemente en una familia noble cercana a la corte real. Según la tradición, su llamada profética ocurrió en el año de la muerte del rey Ozías (740 a.C.), cuando tuvo una visión de Dios en el Templo de Jerusalén (Is 6). Desde entonces, se consagró a transmitir los mensajes divinos, incluso frente a la oposición y la persecución.
Obra
El Libro de Isaías, uno de los más extensos e influyentes de la Biblia, contiene profecías sobre el juicio de Dios a los pecados de Judá e Israel, pero también consuelo y promesas de redención. Entre sus pasajes más célebres están los "Cánticos del Siervo Sufriente" (Is 53), interpretados como anuncios de Cristo. También destacan sus denuncias contra la opresión de los pobres y su llamado a confiar en Dios antes que en alianzas políticas.
Patronazgo
San Isaías es considerado patrono de los profetas, teólogos y predicadores, así como de quienes buscan la justicia social. Su ejemplo inspira a quienes trabajan por la verdad y la paz, recordando que la fidelidad a Dios va unida al compromiso con los más vulnerables.
Su martirio, según la tradición judía y cristiana, habría ocurrido bajo el reinado de Manasés, quien lo habría hecho aserrar por denunciar la idolatría (cf. Hebreos 11:37). La Iglesia lo celebra el 9 de mayo en el calendario tradicional.
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