— Redacción El Tiempo 06/05/2025
¿El pollo congelado en tu refrigerador sigue siendo seguro para consumir? Aunque la congelación es un método confiable para conservar alimentos, no asegura que estos se mantengan en buen estado de manera indefinida. Los expertos en seguridad alimentaria explican cómo saber si el pollo congelado debe ser desechado.
El Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (USDA) señala que el pollo puede mantenerse seguro hasta 12 meses si se congela inmediatamente después de la compra. Sin embargo, existen varios indicios que indican si ya no es apto para comer:
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Tiempo en el congelador: Si el pollo ha estado congelado por más de un año, su calidad y seguridad se ven comprometidas.
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Cambios de olor: Aunque el frío reduce los olores, un aroma agrio o extraño es señal de descomposición.
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Alteraciones en el color: La piel del pollo debe conservar un tono amarillo saludable. Un color grisáceo o verdoso opaco indica deterioro.
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Cristales de hielo y quemaduras por frío: Una capa gruesa de hielo o áreas marrones duras y deshidratadas sugieren que el alimento ha sufrido daños por oxidación y deshidratación.
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Olor después de cocinarlo: Si al cocinarlo emite un olor a huevos podridos, su consumo es altamente riesgoso.
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