— Daniela Cordova 17/04/2025
El postre que no puede faltar en Semana Santa
La capirotada, ese postre tradicional de la Semana Santa en México, sigue siendo un favorito en los hogares durante esta temporada. Elaborado con ingredientes como pan, pasas, piloncillo y queso, su sabor representa una mezcla única de dulce y simbolismo religioso. Sin embargo, su costo ha cambiado con el tiempo, y hoy en día puede variar dependiendo de dónde y cómo se compren los ingredientes.
Capirotada individual: una opción práctica pero más cara
De acuerdo con doña Melquiades Ibarra, quien se dedica desde hace años a la venta de postres tradicionales, una charola individual de capirotada tiene un precio aproximado de 60 pesos. “Todo depende de los ingredientes que se le pongan. Hay quienes la prefieren con más queso o con frutas adicionales, eso puede subir un poco el precio”, comentó para Periódico El Tiempo.
Preparar en casa: la alternativa económica y familiar
Melquiades recomienda comprar los ingredientes a granel para preparar capirotada en casa, especialmente si es para compartir en familia. Para un postre que rinda para cuatro personas, sugiere: 20 pesos de pasas, 35 pesos de pan, 35 de piloncillo, 15 de coco, 40 de queso, 35 de cacahuate, 13 de mantequilla, 18 de canela y 20 pesos de grajeas. “Con eso tienes para hacer una capirotada muy buena y rendidora”, aseguró.
El costo total: tradición por menos de lo que imaginas
Sumando los ingredientes recomendados por doña Melquiades, el costo total para preparar una capirotada para cuatro personas es de 231 pesos, lo que equivale a menos de 60 pesos por persona, con porciones más generosas que una charola individual comprada ya preparada. Además, el proceso de preparación en familia añade un valor sentimental que no se compra.
Precios al alza, pero tradición que resiste
Este año, Melquiades notó un ligero aumento en algunos ingredientes, como el coco y la pasa, que subieron entre uno y dos pesos. El queso, sin embargo, duplicó su costo. Por ello, invita a los consumidores a comparar precios, buscar ofertas y no sacrificar la calidad: “Hay que aprender a comprar bien. Se puede mantener la tradición sin gastar de más si uno sabe dónde buscar”, concluyó con una sonrisa.
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