— Alondra Arriaga 02/04/2025
Más de 1.485 rescatistas internacionales llegaron a Myanmar tras el terremoto de magnitud 7,7, que dejó 2.700 fallecidos y miles atrapados.
La junta militar de Myanmar confirmó este miércoles que 1.485 rescatistas de 15 países han llegado a las zonas más afectadas por el terremoto del viernes. Según el medio oficialista Global New Light of Myanmar, equipos de China, India, Rusia, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos, entre otros, apoyan en labores de remoción de escombros y entrega de medicamentos.
La junta, en el poder desde el golpe de 2021, agradeció la ayuda internacional pese a las tensiones con la ASEAN, bloque que ha criticado su régimen. Sin embargo, organizaciones humanitarias advierten que la asistencia no ha cubierto todas las áreas afectadas.
ONU pide intensificar ayuda
Marcoluigi Corsi, coordinador humanitario de la ONU en Myanmar, alertó sobre la "destrucción generalizada" de infraestructuras y la necesidad de acelerar la ayuda. "Las operaciones de rescate continúan, pero el acceso es limitado", declaró. El terremoto, uno de los más fuertes en décadas, derrumbó edificios, carreteras y puentes en regiones ya golpeadas por un conflicto bélico interno.
La oposición democrática estima que 8,5 millones de personas fueron afectadas directamente. Hasta ahora, se reportan 4.500 heridos y 441 desaparecidos, según cifras oficiales.
Obstáculos logísticos y crisis política
El despliegue de ayuda se complica por la falta de acceso a zonas rurales y la inestabilidad política. Myanmar vive una guerra civil desde el golpe de 2021, lo que dificulta la coordinación entre agencias internacionales y el gobierno militar.
Aunque la junta asegura que la ayuda se distribuye "sin discriminación", testigos locales denuncian que comunidades en regiones rebeldes no han recibido apoyo. La ONU urge a facilitar corredores humanitarios para evitar más víctimas.
Búsqueda de supervivientes
Los equipos de rescate trabajan contra el tiempo para hallar supervivientes entre los escombros. "Cada hora cuenta", señaló un voluntario tailandés en declaraciones a la prensa. Se espera que más países envíen suministros en los próximos días, mientras crece el temor por brotes de enfermedades debido a la falta de agua potable y refugios.
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