Luego de haber ganado un Grammy y cinco Latin Grammy con el álbum “Hasta la raíz”, Natalia Lafourcade siguió su intuición y se encerró a hacer música de una forma muy privada y personal. Tanto, que solo hasta que tenía todas las canciones elegidas y ensayadas con su banda se decidió a presentárselas a su disquera.
“Para mí era el perfecto escape porque nadie me estaba presionando, ni viendo qué iba a hacer como siguiente disco”, dijo el miércoles Lafourcade en una entrevista con The Associated Press en la Ciudad de México. “Mantuvimos el secreto para mi disquera hasta que las canciones estaban listas para grabarse, les hicimos un concierto privado, chiquitito”.
“Creo que inconscientemente sí estaba buscando de alguna manera no tener la presión de qué voy a hacer y cómo voy a superar ‘Hasta la raíz’”, agregó la cantautora mexicana.
El resultado no es solo un disco sino dos: “Musas. Volumen 1”, lanzado el viernes pasado con 12 canciones que incluyen cinco originales de Lafourcade y siete versiones de temas de autores como Violeta Parra, Roberto Cantoral, Simón Díaz y David Aguilar; y un segundo álbum que aún no tiene fecha de lanzamiento y que está en proceso de masterización.
Es en gran medida resultado del enamoramiento que tuvo Lafourcade con la música de Los Macorinos, guitarristas a quienes conoció en 2013 durante una gira de homenaje a la fallecida Chavela Vargas junto con Eugenia León, Regina Orozco y Tania Libertad.
Los Macorinos son el mexicano Miguel Peña y el argentino Juan Carlos Allende, quienes ya tenían toda una carrera detrás con músicos como José Alfredo Jiménez, Vicente Fernández y Armando Manzanero, cuando comenzaron a acompañar a Vargas en 2006. La cantante fallecida en 2012 era famosa por la pieza “Macorina” y de ahí les vino su apodo. Lafourcade dice que no sabe qué edad tienen exactamente (Peña ha dicho que comenzó a trabajar como músico cuando se murió Pedro Infante en 1957).
“Había una brecha generacional enorme, abismal, pero también me di cuenta que la edad no importa”, dijo Laforcade sobre su colaboración. “Al principio nos llevábamos con mucho respeto y al final nada de respeto, ... era como estar con mis amigos”.
Calificó como un gran aprendizaje de vida colaborar con músicos de esta trayectoria.
“Yo quería que el disco tuviera un espíritu poderoso y ese espíritu no lo habría podido conseguir haciéndolo solamente yo con mis medios. Realmente gran parte de la razón por la que este disco consiguió tener este peso y esa calidez ... es porque están los señores conmigo tocando”, apuntó. “Hacía que de mí aflorara algo que no sabía de dónde venía pero que me hizo cantar, me hizo interpretar de otra forma, me hizo tener mucha paciencia también ... ir a otro tiempo”.
En el canto, Lafourcade tiene como única invitada para este primer volumen a Omara Portuondo, de 86 años, en “Tú me acostumbraste”. La diva cubana viajó al bosque del Desierto de los Leones en la Ciudad de México para grabar con la mexicana.
“Ya era un regalo maravilloso poder estar trabajando con los Macorinos y de repente ver cruzar la puerta a Omara Portuondo fue un momento épico de nuestro proceso”, dijo Lafourcade. “Esta es la señal de que estamos haciendo lo que teníamos que hacer, de que estamos en el lugar correcto, con las decisiones correctas y la música correcta”.
La cantante de 33 años acepta: “Amo a las personas que tienen un espíritu viejo, que tienen un alma vieja. Son las personas con las que más disfruto compartir... De esos grandes lobos aprendes muchas cosas”.
Tras su homenaje a Agustín Lara “Mujer divina” y de “Hasta la raíz”, “Musas” parece un paso lógico en el camino que Lafourcade ha emprendido adentrándose en el universo musical latinoamericano. Es un largo camino después de comenzar su carrera a los 14 años en un grupo pop, pasar por la bossa nova, el jazz y la fusión mientras que sus influencias cambiaron de Billie Holiday, Nina Simone y Ella Fitzgerald a Toña La Negra, Lucha Reyes y Mercedes Sosa.
“La cosa que más agradezco es haber podido hacer esa transición como artista y tener al público conmigo”, dijo. “Curiosamente desde que empecé a hacer algo mucho más personal y más mío y más amarrado con mis ideales y mis convicciones y mis sentimientos empecé a conectar con mi público de otra manera y ahora la conexión es una cosa del más allá, inexplicable y hermosa”.
Para “Musas” no pesaba componer, pero de pronto comenzaron a surgir canciones como “Tú sí sabes quererme”.
“Empecé a tener una inspiración súper fuerte para escribir”, relató. “De repente quería escribirle una canción a Veracruz, quería escribirle una canción a México”.
Aunque le duele ver sufrir a su estado natal y a su país por la violencia, terminó por dedicarles “Mi tierra veracruzana” y “Mexicana hermosa”. A México también le canta “Qué he sacado con quererte”, de Violeta Parra.
“Se conectaba con la tierra, con la naturaleza, con la fuerza del universo. Se conectaba con la gente del pueblo”, dijo Lafourcade sobre la cantautora chilena considerada una de las madres del folclor latinoamericano, cuyo centésimo natalicio se celebra este año.
Eugenia León, otra de sus musas favoritas, estará en el segundo volumen del proyecto.
“Cuando escuchas los dos discos encuentras cómo se complementan entre ellos dos”, dijo Lafourcade. “Los dos son un homenaje al folclor latinoamericano, en los dos está la mano de Los Macorinos, los dos tienen instrumentos acústicos. Tal vez el disco dos tiene un poquito más de experimento pero es la misma línea”, adelantó.
Con sus jaranas, vihuelas, charango peruano, cuatro venezolano, bombo legüero y mucha guitarra, “Musas” es totalmente acústico y se grabó en directo.
“Nunca había grabado un disco de esa manera”, dijo Lafourcade, quien pintó la “musa” que aparece en la portada. “Para lograr que funcionara hicimos esta estrategia, este truco de empezar a darle conciertos acústicos a nuestros amigos, sin micrófonos ni nada”.
Lafourcade emprenderá en julio una gira por teatros históricos de México con Los Macorinos para recrear esos ensayos en los que surgió su disco.