— Redacción El Tiempo 11/03/2025
Los casos de enfermedades respiratorias han aumentado y en ocasiones se confunden con el COVID-19. Sin embargo, la Secretaría de Salud Federal ha destacado una de las afecciones más comunes: la tos ferina, también conocida como pertusis o tos convulsiva. A continuación, te explicamos cómo reconocerla, tratarla y prevenirla.
La tos ferina es una enfermedad bacteriana provocada por Bordetella pertussis, una bacteria que afecta las vías respiratorias y causa episodios intensos y repetitivos de tos que dificultan la respiración. La transmisión ocurre por contacto directo con personas infectadas o al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos al rostro.
Los más vulnerables son los niños pequeños, especialmente los bebés, quienes pueden enfrentar complicaciones graves, como la necesidad de hospitalización e incluso la muerte en casos extremos.
Síntomas de la tos ferina
Los primeros síntomas suelen confundirse con un resfriado común, como goteo nasal y fiebre leve. Sin embargo, la característica distintiva son los ataques persistentes de tos, seguidos de un sonido similar a un silbido al tratar de recuperar el aliento. Estos episodios suelen empeorar durante la noche y pueden durar hasta 10 semanas.
Tratamiento para la tos ferina
El tratamiento debe ser supervisado por un médico y generalmente incluye:
- Antibióticos: Ayudan a controlar la infección y reducir el tiempo de contagio.
- Hidratación: Se recomienda beber muchos líquidos, y en casos graves, los líquidos pueden administrarse por vía intravenosa.
- Medidas preventivas: Usar cubrebocas y mantener una buena higiene respiratoria para evitar propagar el patógeno.
En casos graves, los médicos pueden recomendar hospitalización para monitoreo y cuidados intensivos.
Prevención mediante la vacunación
La vacuna pentavalente acelular es esencial para prevenir la tos ferina. Se administra en cuatro dosis a los siguientes meses:
- 2 meses
- 4 meses
- 6 meses
- 18 meses
Después de estas dosis iniciales, se administra un refuerzo con la vacuna DPT a los 4 años, que también protege contra la difteria y el tétanos.
Diagnóstico temprano y duración de la enfermedad
El diagnóstico se realiza evaluando los síntomas y mediante pruebas como muestras de moco, análisis de sangre o radiografías de pecho. Con el tratamiento adecuado, el periodo de contagio puede reducirse, aunque la enfermedad podría durar varias semanas.
Higiene como prevención
Además de la vacunación, es fundamental practicar buenas medidas de higiene como el lavado frecuente de manos, desinfección de superficies comunes y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Estas acciones son cruciales para prevenir la tos ferina y otras enfermedades respiratorias.
Mantenerse informado y actuar rápidamente al notar los primeros síntomas es clave para evitar complicaciones y proteger a los más vulnerables de esta enfermedad. Siempre consulta a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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