— Redacción El Tiempo 09/03/2025
El carcinoma de células renales (CCR), el tipo más frecuente de cáncer de riñón, representa un reto médico importante debido a su alta tasa de recurrencia después de la cirugía. Aunque la extirpación quirúrgica del tumor sigue siendo el tratamiento principal, hasta un 68 % de los pacientes con alto riesgo enfrentan la posibilidad de que la enfermedad regrese dentro de los primeros cinco años.
Ante esta situación, la inmunoterapia adyuvante surge como una opción prometedora para reducir estas cifras preocupantes. Este enfoque innovador utiliza el sistema inmunológico del propio cuerpo para atacar las células cancerígenas.
En el caso del CCR, los inhibidores de puntos de control inmunológico (ICIs, por sus siglas en inglés) han mostrado resultados esperanzadores. Sin embargo, la eficacia de estos tratamientos en la prevención de recaídas no ha sido concluyente, como lo demuestra un estudio reciente dirigido por el Dr. Raj Satkunasivam del Hospital Houston Methodist.
El estudio, publicado en el British Journal of Urology International, analizó los resultados de cuatro ensayos clínicos clave con más de 3,400 pacientes:
- KEYNOTE-564: evaluó pembrolizumab.
- PROSPER: analizó nivolumab.
- CheckMate 914: combinó nivolumab con ipilimumab.
- IMmotion010: estudió atezolizumab.
El objetivo de estos ensayos fue determinar si estos tratamientos podían prolongar el tiempo libre de enfermedad en pacientes con CCR. Los resultados fueron variados: algunos pacientes mostraron beneficios significativos, pero no se observó un impacto generalizado en la reducción de la recurrencia del cáncer.
Una de las principales dificultades en obtener conclusiones definitivas es la variabilidad entre los ensayos, ya que cada uno utilizó diferentes medicamentos, criterios de selección y metodologías. Esto complica la interpretación de los resultados. El Dr. Satkunasivam subraya que, aunque los metanálisis pueden mostrar tendencias generales, estas diferencias limitan la aplicabilidad de los hallazgos.
Los investigadores ahora se centran en identificar biomarcadores, indicadores biológicos que puedan predecir qué pacientes tendrán una mejor respuesta a la inmunoterapia. Aunque la FDA ha aprobado el uso de pembrolizumab para pacientes con CCR de alto riesgo, las guías clínicas respaldan su uso con evidencia débil, lo que destaca la necesidad de más investigación.
El tratamiento del CCR está evolucionando constantemente, y nuevas tecnologías y enfoques permitirán personalizar los tratamientos, maximizando los beneficios para cada paciente y reduciendo el riesgo de recurrencia. Mientras tanto, los pacientes deben mantenerse informados y discutir sus opciones con los especialistas. Aunque la inmunoterapia adyuvante no es aún una solución definitiva, marca un avance importante hacia terapias más eficaces y personalizadas en la lucha contra el cáncer de riñón.
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