Madres en el olvido

ESMERALDA BARRERA/REPORTERA

CASTAÑOS, COAH. Entre el olvido de sus hijas y de ella misma pasará el día de las madres Alejandra Díaz Díaz, quien hace más de 4 años permanece en el Asilo de Ancianos Nueva Esperanza, víctima de la ingratitud de sus hijas Manuela y Chaya que dejaron de ver por ella dejándola a su suerte lidiando con la demencia senil.

Pocos momentos de lucidez vive Alejandra a sus 94 años de edad, momentos en lo que todo es bueno al recordar sus épocas de juventud, su gusto por el baile, casarse, el nacimiento de sus dos hijas, el trabajo en el campo y en el hogar que tanto le gustaba hacer.

Relató que a los 30 años tuvo a su primer hija y años más tarde tuvo a la segunda, a quienes enseñó a trabajar en el campo del ejido La Bolita donde se casó y crió a sus pequeñas,  como preparaba comida para irse todo el día en familia a trabajar la labor.

Pero también recordó situaciones más trágicas como la muerte de su esposo, el descuido que vino a raíz de esto a sus parcelas y como tuvo que terminar vendiendo sus propiedades en el ejido porque sin su esposo no pudo trabajarlas más.

“Mis hijas querían que les diera mitad y mitad de lo que cobre por los terrenos, pero les dije que no les iba a dar” y fue a raíz de que se negó a entregar lo que a ella y su esposo les costó trabajar que nació la ingratitud de Manuela y Chaya, a quienes les dio la vida pero ambicionaban también el poco dinero que tenía y al negarse a dárselos la abandonaron.

Dijo que además de sus hijas tiene también 12 nietos, 6 de mujeres de Chaya y 5 mujeres y 1 hombre de Manuela, y de todos ellos sólo una nieta que vive cerca del asilo acude de vez en cuando a visitarla.

Pero luego de los momentos de lucidez llega los lapsos de demencia senil que padece y ensombrecen la realidad en la que vive, y se apoderan de ella los recuerdo de juventud pero también los recuerdos de sus hijas, quienes dice constantemente la visitan en el asilo de ancianos o cuando no pueden ir porque están ocupadas con muchos hijos mandan pedir una razón y hasta la invitan a que vaya a visitarlas.

“Mis hijas me dijeron que vendiera mis tierras y guardara el dinero por si se ofrecía por alguna enfermedad, así que tengo mi dinero en el banco y mis hijas vienen a visitarme o a pedir una razón de mi” comenta Alejandra muy contenta de sentirse amada aunque la realidad es distinta.

Sentada a un lado de la mesa del comedor en el asilo de ancianos, Alejandra sonríe contenta de tener compañía y personas con quien platicar, y cuenta como de joven iba a todos los bailes y otros en la escuela que ella misma organizaba y luego dice sentirse feliz que su nieta Dora la este cuidando muy bien.

Y es que doña Alejandra piensa que  la encargada Dora Alicia Vielma es una de sus nietas que también se llama Dora, en sus momentos ensombrecidos por la demencia senil que padece confunde la realidad.

La encargada del Asilo de Ancianos Nueva Esperanza, Dora Alicia Vielma Contreras relató que hace 4 años llegó a esta institución Alejandra Díaz Díaz y ya desde entonces con demencia senil que se ha ido agravando cada vez más, sin embargo ni una sola ocasión ha sido visita por sus hijas, a quienes doña Alejandra quiere tanto.

“Ella llegó aquí al asilo canalizada por el CAIF, vivía en la colonia Independencia sola y era constante que se salía de su casa y luego ya no sabía como regresar, dejaba la puerta abierta, las mechas encendidas o abiertas y lo mas grave fue una caída y lesión en el pie, los vecinos se dieron cuenta y la reportaron al CAIF y de ahí la enviaron aquí al asilo”.

Resaltó que doña Alejandra tuvo diferencias con sus hijas y a raíz de eso dejaron de ver por ella pese a su padecimiento de demencia senil, ellas se olvidaron de su madre pero su madre no las ha olvidado.

“Al menos por su demencia senil ya no sufre el desamparo y el desamor de sus hijas, su enfermedad le ayuda a no recordar la realidad la mayor parte del tiempo, y superar que sus hijas en 4 años no la han visitado ni una sola ocasión”.

Destacó que Doña Alejandra hace 3 años fue reina del asilo de ancianos donde se le brinda no sólo a ella sino a todos los abuelos el amor que necesitan y se esta al pendiente de todas sus necesidades y cuidados.

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